«Las crónicas se detienen largamente en las hazañas de los reyes y las reinas, los grandes señores, los caballeros nobles, los santos septones y los sabios maestres, tanto que resulta fácil olvidar a la gente sencilla que vivió los mismos tiempos que los poderosos y magníficos. Sin embargo, de tanto en tanto surgen hombres y mujeres corrientes, carentes de la bendición de la cuna, la riqueza, el ingenio, la sabiduría y la destreza con las armas, que son capaces de imponer y cambiar el destino de los reinos mediante un sencillo acto o una palabra susurrada.»
George Raymond Richard Martin, mejor conocido como George R. R. Martin, es el escritor de fantasía medieval más popular de nuestra época y posiblemente el más aclamado después de Tolkien, que eso ya es decir mucho. Es el creador de la saga Canción de hielo y fuego que se popularizó y viralizó tras la adaptación al formato de serie televisiva llevado a cabo por HBO con el nombre Game Of Thrones, tomando como título el primer volumen de esta saga de libros, Juego de tronos. George R. R. Martin durante su carrera como escritor ha logrado varios reconocimientos en el género de fantasía y ciencia ficción, la mayoría han sido Premios Locus, Premios Hugo, Premios Nébula y Premios Ignotus, que normalmente no son muy valorados en los círculos literarios, pero que realmente aportan historias que vale la pena leer y, con obviedad, las escritas por George R. R. Martin entran en esa calificación.
Juego de tronos, el primer libro de la saga Canción de hielo y fuego, se publicó en 1996 y desde 2011 no aparece una nueva entrega de esta historia que estaría compuesta por siete volúmenes, de los cuales todavía restan dos. La serie de televisión de HBO inició y terminó sin que George R. R. Martin publicara ningún libro en el medio, al menos ninguno que diera continuidad a los acontecimientos posteriores a Danza de dragones. Con toda franqueza esperamos que George R. R. Martin tengo una larga vida que le permita concluir su opus magnum y que redima su visión y personajes que quedaron algo deslucidos y distorsionados con el cierre de la serie de HBO, la cual huelga decir que mientras se apegó a los libros fue brillante a tal punto de considerarse una de las mejores producciones televisivas de lo que va del siglo XXI, pero en cuanto se terminó el material de origen, los guionistas no tuvieron la suficiente visión para controlar el timón de una brava historia. En lugar de llevar el barco a buen puerto, terminaron encallándolo estrepitosamente.
Fuego y sangre, publicado en 2018, es una especie de adelanto para los lectores expectantes del mundo creado por George R. R. Martin. Aquí el autor nos cuenta la historia de la casa Targaryen desde su ascenso con Aegon el conquistador hasta la ominosa caída de Aerys II, apodado el Rey Loco, cuya muerte es la que mueve todas las piezas del tablero con lo cual empieza Canción de hielo y fuego, excepto lo relacionado a los caminantes blancos y el muro, que es un pasado mucho más antiguo más vinculado al mito. El autor aborda más de tres siglos de historia, y como era de esperarse, Fuego y sangre es el primero de dos volúmenes.
En Fuego y sangre, como una primera etapa de las crónicas de la dinastía Targeryan, George R. R. Martin nos lleva por las conquistas de Aegon I cuando abandona el señorío de Roca Dragón para unificar los siete reinos y gobernarlos. Con la muerte del primer rey Targeryan, nos adentrarnos en los conflictos de sucesión, guerra y muerte entre Aenys I y Maegor El Cruel. Inmediatamente entramos a una etapa de reino consolidado bajo el mandato de Jaehaerys, uno de los mejores y más largos reinados de la dinastía Targeryan. Pero la apuesta fuerte que ocupa más de la mitad del libro es el conflicto interno llamado danza de dragones que tiene como preludio el ascenso de Viserys I y se desata con su muerte. HBO creó una nueva serie basada en este conflicto consistente en la disputa por el trono de hierro entre Rhaenyra y Aegon II, sin mencionar los otros personajes Targaryen que entran al ruedo con similares derechos al trono: Aemond, Daeron, Daemon II, Aegon III y varios más, además de las otras casas que entran con sus abanderados al llamado de la guerra: Hightower, Velaryon, Stark, Baratheon, Lannister, Greyjoy, Martell, Tully, Arryn, etc.
Este libro con cerca de mil páginas se queda muy corto con toda la información que vierte en él. George R. R. Martin hace una construcción de los acontecimientos tal y como lo haría un historiador siglos después, recurriendo o expresando ficticias fuentes o testimonios de los hechos. Los guiños a la historia de Europa son innegables: frecuentemente nos encontramos con guerras, levantamientos, conspiraciones, además de rebeliones de fanáticos religiosos, sectarismos (paganismos y supersticiones), viajes de descubrimientos por nuevos mundos (referencias evidentes a América y a África subsahariana), piratería (algunas nos recuerdan a las vikingas, otras a las del caribe, además las típicas mediterráneas), comercio con otras culturas y hasta la misma peste que se cobró repetidamente muchas vidas a lo largo de todo Poniente. No hay mejor musa para inspirar una ficción que la realidad y ya todos conocemos que Canción de hielo y fuego se inspiró en el muro de Adriano y la guerra de las Dos Rosas (la casa Lancaster contra la casa York).
A diferencia de Canción de hielo y fuego cuyo formato pone el foco en diferentes personajes, protagonistas o no, en similares momentos, Fuego y sangre tiene un ritmo orientado a la crónica. Los hechos se conocen y están inscritos en los anales de la historia, por lo que la narración se centra en la reconstrucción de los acontecimientos y el aporte eventual de otras perspectivas quizá más apócrifas que den mucha mayor profundidad a la comprensión de lo ocurrido. En Canción de hielo y fuego no sabemos que sucederá, los hechos, pequeños o grandes, con repercusiones o sin ellas, están sucediendo en la medida que el lector avanza en las páginas. Fuego y sangre se parece más a un libro de historia, eso sí, sin caer en ningún momento en las dimensiones académicas, que quien escribe lo que busca es entretener, además de expandir su universo ya creado.
Si George R. R. Martin hubiera escrito este libro siguiendo el estilo de Canción de hielo y fuego, le costaría cerca de 20 volúmenes y quizá medio siglo para terminarlo. Entregado de esta manera no solo lo hizo más fluido, sino también concibió la medida justa para entender los muchos porqués que surgen mientras nos enrollamos en las peripecias de los Stark.
Mis expectativas con este libro eran altas, pues difícilmente podemos esperar menos de George R. R. Martin, y afortunada e increíblemente, lo leído supera a lo esperado. Me es difícil no concebir este tipo de publicaciones como verdadera literatura, puesto que francamente hay un esfuerzo no solamente en la técnica y estilo narrativo, sino también en la construcción de una geografía política e histórica que es para quebrarse la cabeza con apuntes y referencias dentro del mismo contexto. La dificultad de retener una lista de nombres, apellidos, familias y lugares, no se compara a la que habrá sufrido el escritor en tener claro los árboles genealógicos de sus personajes, características principales, personalidades, alianzas, lemas, anécdotas e historias familiares. Particularmente este tipo de libro me parece mucho más complejo que los escritos por los últimos ganadores de Nobeles de Literatura, pero no me enrollaré en ello, como ha dicho Mario Vargas Llosa, es la historia quien premia a la literatura y no sus contemporáneos que están muchas veces sesgados por su propia soberbia, ignorancia o ambas.
Si os gustó Canción de hielo y fuego, por supuesto que os fascinará Fuego y sangre.
«Las palabras son aire, pero el aire puede avivar las llamas.»
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