«La alegría se hacía en el corazón de su padre cuando pensaba en él, tan inteligente y estudioso, un futuro gran sabio, un sacerdote, un príncipe entre los brahmanes. El pecho de su madre estremecía de gozo al verlo marchar, sentarse, levantarse, tan fuerte y bello sobre sus piernas delgadas cuando la saludaba con gracia perfecta.»
Hermann Hesse vivió en India a principios del siglo XX, justo en la década en la que se desata la Gran Guerra que posteriormente fue conocida como la Primera Guerra Mundial. Desde sus orígenes el autor ha tenido una conexión emocional con este país. La madre de Hesse, Marie Gundert, nació en Thalassery, una ciudad portuaria de India, debido a que el padre de esta era un misionero cristiano que de Alemania se trasladó un tiempo a este subcontinente con el propósito de llevar la palaba de Dios a un lugar donde las personas tenían otras convicciones religiosas. Hesse por otra parte, quedó tan sorprendido como encantado de la cultura y en 1922 publicó Siddhartha como una alegoría que contiene y expresa la sabiduría hindú, un epítome de la riqueza espiritual y mental de una región poco comprendida en occidente.
Recientemente había leído El lobo estepario, que es la novela siguiente en publicación a Siddhartha. Mi primera apreciación es la diferencia radical entre una y otra, como si fuesen dos autores distintos. Nada coincide, ni siquiera el estilo y forma. A pesar de que a estas obras solo la separen cinco años, la naturaleza de estas es independiente. Si bien es cierto que en El lobo estepario hay algunas reminiscencias de la mención de algo hindú, apenas son migajas que se funden en la marea de lo que aquella obra representa. Aunque sería justo mencionar que en ambas obras tenemos a los protagonistas como sujetos que buscan una verdad, un objetivo, que trasciende de sí mismos.
Siddhartha no solo es el título de la novela sino también el nombre de su protagonista, un joven inteligente y rebelde que un día decide enfrentar a su padre, un brahma respetable, para seguir su propio camino hacia el descubrimiento de la sabiduría y la verdad. Siddhartha que estaba destinado a ser un brahma decide adoptar la vida de un samana. Los samanas eran unos ascetas que renunciaban a las posesiones materiales, vivían a la intemperie en los bosques y prácticamente su única vestimenta era un taparrabos. Siddhartha emprende este camino junto a su amigo Govinda. Como samanas terminan encontrándose con los seguidores de Buda, a quien llaman Gotama. Siddhartha llega hasta tener una conversación con el propio Gotama y mientras su amigo Govinda decide convertirse en budista, el sigue su camino como samana. Luego de un tiempo esto no le satisface, conoce a Kamala, una bella cortesana, y por los deseos del corazón y la pasión se convierte en un mercader, con lo cual alcanza el éxito y la riqueza suficiente para cortejar a Kamala, aunque pronto se da cuenta que todo esto es vano y que el tiempo se le ha ido sin que haya avanzado en su propósito original por lo que en un azar del destino adopta la humilde tarea de ser un botero que ayuda a las personas a cruzar un río. Su maestro termina siendo un anciano botero, completamente humilde, que todo lo que ha aprendido lo ha hecho escuchando al río. Es aquí donde finalmente Siddhartha encuentra su propósito, la sabiduría.
El libro está dividido en tres partes que en los arcos temporales marcan un hito en la vida de Siddhartha. La primera parte es la juventud de Siddhartha, de su transición de brahma a samana. La segunda parte es un Siddhartha maduro, un adulto, es la transición de samana a mercader. Y la tercera parte es el tránsito de la madurez emocional hacia la vejez, donde Siddhartha una vez un joven altivo se convierte en un viejo botero bastante humilde. En el camino aparecen representaciones: la amistad que es Govinda, el amor pasional con Kamala, la paternidad con un hijo que no lo acepta, los maestros de la vida que son todas aquellas personas con las que se relacionó y que aunque su intención no era la enseñanza, terminaron por mostrarle grandes verdades y realidades.
Siddhartha es un libro que está escrito con una prosa bellísima. Su lirismo encanta al lector y es difícil, bastante difícil, no situar esta obra como un manuscrito antiguo de muchos siglos atrás, como lo es Las mil y una noches o las epopeyas homéricas. Narrado en tercera persona nunca deja de acercar al lector con el protagonista. Es como si estuviéramos viendo o sintiendo lo mismo que Siddhartha.
La novela, al igual que un Siddhartha convertido en botero, no abandona su hábito de sencillez. Aquí no existe ni rastros de todo lo pretencioso que Hesse terminará siendo en El lobo estepario con tanto simbolismo y surrealismo. En efecto, no podemos negar que existe invitación a la reflexión y convencimiento hacia el lector sobre otras alternativas de pensamiento y espiritualidad, pero Hesse lo trabaja de una forma bastante sutil.
La narración se encuentra entre la línea de la poesía y la novela, es una prosa donde Hesse se luce con la mezcla de intelectualidad, sabiduría y espiritualidad. Entre todo, debo destacar las conjugaciones verbales, la sintaxis de las oraciones y la coherencia constante del estilo. Se que el libro fue escrito originalmente en alemán, pero la traducción al español de Ricardo Bumantel es exquisita.
Para finalizar, algunas líneas que recolecté durante la lectura que valen la pena volver a traer y rescatar en esta reseña.
«Bueno es escribir, mejor es pensar; la habilidad es grata, pero mejor es la paciencia.»
«La ternura puede más que la severidad, el cariño más que la violencia y el agua más que la roca.»
«La ciencia que el sabio intenta comunicar suena siempre a locura.»
«No es en los discursos ni en el pensamiento que reside la grandeza, sino en los actos, en la vida.»
Para algunos lectores en sus reseñas este es un libro de carácter espiritual que deben leer aquellos que en algún momento necesitan profundizar en la vida. Con este libro me paso lo mismo que con el anterior de tu lectura, al leer la historia del personaje y su búsqueda de sabiduría y crecimiento personal vino a mi mente el libro de Paulo Coelho “El Alquimista”, dado que Siddhartha fue publicado en 1922 pienso maliciosamente y me pregunto ¿si Coelho no se inspiró en este libro para su obra de El Alquimista? Ya que tiene una historia muy similar, pero bueno solo es un cuestionamiento que me hice y hasta aquí lo dejo. Estos libros que con el paso del tiempo se vuelven épicos no solo por su narrativa y sus personajes, sino por el mensaje que oculta muchas veces en la historia que invita al lector a no solo adentrarse en la historia del personaje, sino que va enseñándole; actitudes, canones, principios, valores etc. Con los cuales el lector empieza a sentirse augusto e incluso los toma como propios sin proponérselo muchas veces, esta estrategia narrativa es la que gusta muchas veces al lector. No hay nada mas gratificante que te muestren la vida a través de una historia llena de emociones, sin sabores, logros y frustraciones. Hesse como bien dicen parece desconocerse aquí, para muchos lectores su narrativa es adictiva y te sumerge en la historia haciendo que preguntes en cada capitulo que sigue ahora. Siddhartha es ese ser que todos llevamos dentro y que muchas veces callamos en nuestro diario vivir, quiere expandirse, salir de la zona cómoda, evolucionar, experimentar, porque todo eso va generando conocimiento y sabiduría, los monjes y el buda son esas imágenes en donde se tiene una idea de la espiritualidad pero que al conocerlos en realidad no están alineados con lo que profesan y eso pasa en todos los caminos de las religiones, siempre hay algo más que no conocemos y que buscamos intensamente, un propósito, lo extraordinario de estas historias es que siempre lo que se busca se encuentra en el lugar menos imaginable con la gente menos creíble. Cuando leí la historia de uno de mis grupos musicales favoritos The Beatles, hay un extracto de sus anécdotas en donde ellos cansados del mundo material y sus excesos fueron cautivados por las enseñanzas del Maharishi Mahesh Yogi e incluso viajaron a la India para estar más cerca de él y comprender el significado de la vida, The Beatles llegaron a creer que el tenia la respuesta a muchas de las interrogantes que ellos tenían y que junto a él podrían alcanzar el tan añorado “nirvana”, sin embargo después de un par de semanas de convivir con él se dieron cuenta que era un hombre común y corriente que también se doblegaba a los placeres del mundo y que su enseñanza no era tan certera y mística como ellos creían. Creo que Siddhartha se descubre a si mismo en su papel de padre, después de estar en el plano de los placeres y lo espiritual es lo que yo creo, porque eso no lo dicen los lectores, ha conocido el amor con Kamala, ha encontrado un trabajo y un propósito con el barquero y ahora se cierra un ciclo con su hijo, creo que Siddhartha llega a una dualidad en su mente y se da cuenta que tanto lo material como lo espiritual forman parte de su vida y que uno es contra peso del otro, y que para ello la sabiduría es indispensable para no atormentarse ni frustrarse por los reveces de la vida. Tendremos que agregarlo al carrito de compras también. Saludos.
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