lunes, 8 de febrero de 2021

¿ERES IMPRESCINDIBLE? de Seth Godin


«Toda interacción que ejerces con un compañero de trabajo o con un cliente es una ocasión para practicar el arte de la interacción. Cualquier producto que haces representa una oportunidad para diseñar algo que no había sido diseñado nunca, para crear una interacción distinta a todas las demás. Durante mucho tiempo, poca gente era despedida por negarse a entender este párrafo. Ahora, en cambio, eso no es una opción. Es el único motivo por el que hoy te pagan por ir a trabajar.»

Seth Godin es uno de los mayores referentes del marketing del siglo XXI y una de las personas más influyentes en desarrollo profesional. Ha deconstruido las fórmulas habituales del mercado y brindado nuevos enfoques. Tiene uno de los blogs más leídos del mundo empresarial, es inversor, empresario, conferencista, consultor y además ha publicado varios libros que han sido traducidos a decenas de idiomas, entre ellos La vaca púrpura, Tribus y ¿Eres imprescindible?, este último publicado en 2010 y uno de los más notables de su carrera como escritor.

¿Eres imprescindible? tiene por título original Linchpin que puede traducirse como eje. Seth Godin explica que en el mundo laboral están los empresarios o propietarios, están los trabajadores o empleados y están los ejes, aquellas personas que hacen que todo gire, que todo se mueva. Los ejes son imprescindibles, lo que no necesariamente signifique insustituibles. Una empresa puede surgir tras la visión de su fundador, quien una buena parte de las veces suele ser el eje, pero a la salida de este (por retiro, muerte o cualquier causa), existe un bache que llevará tiempo superar; y lo mismo ocurrirá con un trabajador que dentro de la organización es el generador de ideas, el que ejerce el liderazgo y hace que las cosas marchen y den resultados. Esta persona podrá en algún momento perder el vínculo con la organización y su partida traerá una dificultad difícil de salvar. Los ejes son sustituibles, pero lo que hacían era imprescindible. Nadie, si tiene la opción, deja ir a los imprescindibles.

Lo que nos viene a la mente cuando Godin habla de los imprescindibles, de los ejes, son personalidades de las grandes ligas como Steve Jobs, Phil Knight, Elon Musk, Jeff Bezos, pero la realidad es que hay muchos más y en varios niveles brillando cada uno en la industria, segmento o nicho en el que operan. La mayor parte de veces no somos capaces de notar su presencia, pero siempre nos damos cuenta de su ausencia. En algunas ocasiones vemos que los servicios o los productos de determinada compañía se han quedado estáticos o que los cambios que ha habido no han sido para mejor, que han resentido la confianza y credibilidad que habíamos tenido en su propuesta de valor. Dentro de los profesionales del reclutamiento de recursos humanos hay una especialidad denominada headhunter, enfocada en la búsqueda de directivos, pero en realidad lo que hace es buscar ejes que den esa movilidad y liderazgo que las compañías necesitan. Volviendo a los ejemplos más típicos, la salida de Steve Jobs de Apple en 1985 significó un estancamiento para la empresa de la que no le fue posible salir hasta el retorno de Jobs en 1996. Y así como lo fue Jobs para Apple, también lo puede ser un chef para un restaurante, un abogado para un bufete, un doctor para un hospital o un vendedor para cualquier compañía.

Para escribir este libro Seth Godin consultó 37 fuentes bibliográficas de diferentes temas como sociología, arte, productividad, educación, programación, etc., además de una incontable cantidad de artículos provenientes de al menos veinte blogs de profesionales del emprendimiento, mentoría, empresarialidad, marketing, entre otros. ¿Eres imprescindible? es un libro de desarrollo personal, aunque tiene un espíritu de ensayo muy didáctico y una forma narrativa personal que atrapa la atención del lector desde el primer momento. Godin invita a abandonarlo en más de alguna ocasión, para algunos puede ser difícil leer una historia de frustraciones propias e inexcusables entre las páginas, pero creo nadie podría negarse a continuar la lectura.

El libro está estructurado en doce capítulos, más una introducción y resumen, donde estas partes ni parecen tanto una introducción ni son todo el resumen en sí. Seth Godin comienza explicando como es el universo laboral del siglo XXI, en qué ha cambiado y como no se pueden conseguir ya los mismos resultados, enseguida realiza una crítica a los sistemas educativos, económicos y sociales, de como estos han incidido negativamente en la productividad y por lo tanto en la calidad de vida de las personas. Después de brindarnos el panorama general, Godin nos explica que la única forma de triunfar y tener éxito es convertirse en un eje. Enseguida empieza a describir la importancia de esta figura, a brindarnos una serie de ejemplos acompañados de teorías neuropsicológicas, antropológicas y sociales que apoyan los puntos que va desarrollando. Mientras clarifica las ideas vertidas en el concepto del eje, al mismo tiempo cultiva el germen que motiva a convertirse en uno y concluida esta etapa del libro, expone la serie de decisiones y comportamientos que deberían observarse, al mismo tiempo que advierte sobre las dificultades, que no serán pocas, y que deberemos librar en el camino.

La tesis principal de Godin parte de que los ejes son artistas en su profesión y que el arte no tiene un mapa, camino o manual, porque entonces deja de ser arte y se convierte en un engranaje de maquinaria genérico. El arte es originalidad devenida en la entrega del trabajo y el enfoque de las emociones. Las personas que se constituyen en ejes suelen hacer su trabajo con pasión y entrega. No buscan una recompensa económica por sus habilidades, tampoco reconocimiento o fama, simplemente buscan compartir el producto de sus manos o intelecto como un valor para los demás. Los beneficios económicos y de cualquier otro tipo vienen como añadidura, como un efecto indirecto de la vocación.

Godin también explica sobre las dificultades y principalmente de la resistencia. Ser un eje es una elección y requiere de mucho esfuerzo, dedicación y principalmente voluntad. Así mismo, como la obra del artista no es agradable a todo ojo, el eje se enfrentará a muchos detractores y experimentará varias experiencias frustrantes que solamente serán fracaso si abandona. Enfatiza sobre la carencia de un mapa o fórmula, puesto que si existiera una llave maestra que abriera todas las puertas, todos la usarían y no se trata precisamente de ello. Los ejes son como huellas digitales, únicas e irrepetibles, distintas incluso en cada dedo.

Un eje debe revestirse de artista y un artista lo es todo el tiempo, aunque no todo el tiempo esté logrando una obra notable. Por cada Noche Estrellada de Van Gogh, por cada Shop Marilyns de Warhol, por cada Jirafa en llamas de Dalí, hay cientos de horas y de lienzos desechados que fueron necesarios para llegar a tal logro, lo mismo pasa con las empresas y las ideas, son miles de horas invertidas, de aprendizajes y de desarrollo. Los ejes la mayor parte del tiempo están concentrados y perdidos en la rutina, pero les vasta pocos momentos para brillar y mostrar su verdadera esencia, pero ese brillo no es cosa de suerte, sino es una preparación constante. 

Para finalizar, durante la lectura recolecté una gran cantidad de aforismos que vale la pena volver a leer y consultar varias veces, porque en decir mucho en pocas palabras, también es una forma de arte.

«Lo difícil es ser lo bastante valiente para aportar cambios.»

«Nadie es un genio todo el tiempo. Pero todos somos genios de vez en cuando.»

«Los consumidores no son fieles al producto barato.»

«No importa si siempre tienes razón, lo que importa es que siempre te estés moviendo.»

«La escasez crea valor, y lo que escasea es el deseo de aceptar las cosas como son para luego cambiarlas a mejor, no para negar que existen.»

«A medida que te acercas a la perfección, cada vez resulta más difícil mejorar y el mercado valora las mejoras un poco menos.»

«El arte no carece nunca de defectos.»

«Si no fuera un misterio, sería fácil. Si fuera fácil, no valdría demasiado.»

«Si espera que un trabajo sea lo bastante bueno para merecer su mejor actitud, es poco probable que lo obtenga nunca.»

«El arte está basado en la intención y la comunicación, no en las sustancias.»

«El arte es el producto del esfuerzo emocional.»

«La gente con pasión busca maneras de provocar que las cosas ocurran.»

«El único objetivo de empezar es acabar.»

«La nueva manera de hacer marketing es el liderazgo, y liderar es construir y conectar tribus de gente de mentalidad parecida.»

«No triunfarás a menos que elijas hacerlo.»

«Trasladar tu pasión al trabajo es mucho más fácil que encontrar un trabajo que esté a la altura de tu pasión.»

«Lo que estresa es la esperanza. Esperar contra toda esperanza.»

«Todos tenemos nuestro propio Everest y hemos nacido para escalarlo.»

«Eres responsable de tu propia experiencia.»

«Sea cual sea tu elección, al final el diablo se lleva lo que es suyo.»

«El mérito se puede comprar, la pasión, no.»

«El acto de decidir es el acto de triunfar.»

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