«Es doloroso seguir viviendo cuando alguien ha muerto. Es así. Puede doler caminar por un pasillo o abrir la nevera. Duele ponerse un par de calcetines o lavarse los dientes. La comida no sabe a nada. Los colores pierden su brillo. La música duele, los recuerdos también. Una mira algo que en otras circunstancias le parecía hermoso –un cielo violáceo al atardecer o un patio lleno de pinos que juegan– y de algún modo solo agudiza la pérdida. El duelo es algo muy solitario.»
Michelle Obama, nacida como Michelle LaVaugh Robinson, fue la primera dama de los Estados Unidos durante el cuadragésimo cuarto mandato entre los años 2009 a 2017, esposa de Barak Obama desde 1992 y madre de Malia Ann y Natasha Obama. Fue la primera mujer afroamericana en ocupar esta distinción. Becoming, libro que en su traducción al español se le agregó el subtítulo Mi historia, es una autobiografía que narra su vida desde que era una niña que vivía en el segundo piso de una modesta vivienda en South Shore, un barrio de Chicago, hasta que finalizó su estancia en la Casa Blanca.
Michelle Obama es una mujer empoderada y muy inteligente, se formó académicamente en la Universidad de Princeton y se tituló en derecho en Harvard. Pese a que es esposa de un hombre que ocupó uno de los cargos de mayor responsabilidad y autoridad en el mundo, no se considera política ni demuestra afinidad al tema. En Becoming se abre al público con una narración libre, espontánea y emotiva, aunque por momentos también es moderada y mesurada, en todo caso evita las hipérboles y apuesta por una construcción realista.
En 2020 Becoming recibió un Grammy como Mejor Álbum de Palabra Hablada, algo extraño considerando que estos premios están orientados a premiar artistas musicales; sin embargo, no es inusual porque otras personalidades en la política como Hillary Clinton, Jimmy Carter, incluso Barack Obama, han ganado este galardón en ceremonias anteriores. Leyendo algunos artículos acerca de este libro me encontré con referencias que aluden a un posible autor fantasma, el típico ghostwriter, el escritor anónimo que auxilia a las celebridades a plasmar sus ideas, esto porque el libro se encuentra bien estructurado en cada una de sus partes y capítulos, narrativamente conecta con el lector sin ninguna dificultad y tiene un eficiente uso de recursos literarios que evidencian pericia en la redacción y el cuidado significativo hasta en la más minia proposición. No es que la narración de Michelle Obama sea excesivamente literaria, sino que está bien hecha desde el objetivo que busca, la comunicación de sus emociones y la inspiración a través de sus propias vivencias. Particularmente considero que Michelle Obama tiene el nivel académico y profesional suficiente para realizar una obra de esta calidad y obviamente, no puedo descartar el papel que desempeñaron los editores que muchas veces también terminan convirtiéndose en los asesores de la dirección y tono que los relatos deben seguir.
El abuelo del abuelo de Michelle Obama era un esclavo de una plantación de Carolina del Sur. La mayoría de las familias afroamericanas en Sothside, Chicago, provenían de los Estados del sur. El traslado al norte era para buscar mejores oportunidades, un sistema que todavía se observa en muchos países en vías de desarrollo donde familias enteras se trasladan en temporadas a otros lugares para buscar trabajo en plantaciones agrícolas. El padre de Michelle era Fraser Robinson, un empleado municipal encargado del funcionamiento de las calderas y su madre, Marian Shields Smith, una ama de casa. Eran una familia de clase media, no tenían muchos recursos, ni siquiera eran propietarios de una casa, pero sí contaban con lo necesario para considerarse afortunados. Se tenían a ellos mismos. Eran una familia muy unida.
«No tenía nada, o lo tenía todo. Todo depende de cómo se narre el relato.»
Becoming no es una historia de cenicienta, donde Michelle conoce a un príncipe, a Barack, y con él cumple sus sueños y viven felices para siempre. No es así. Ella y su hermano, Craig, gracias al consejo y educación de sus padres, buscaron abrirse camino en un difícil sistema educativo. Todo lo hicieron y lograron por mérito propio. Barack Obama llegó a su vida cuando ella ya era una abogada, trabajadora, pragmática, muy brillante, con una carrera profesional asegurada en un bufete. Barack por otra parte también era un abogado prometedor, muchas firmas querían ficharlo por su talento y sus evidentes capacidades resolutivas y directivas, aunque era idealista y la fortuna no era precisamente lo que lo movía. La historia de Barack también tiene su propia fuerza y tengo en la lista la lectura de Una tierra prometida, por lo que no entraré en detalles.
«Hay cosas que nos hacen poderosos: darnos a conocer, hacernos oír, ser dueños de nuestro relato personal y único, expresarnos con nuestra auténtica voz. Y hay algo que nos confiere dignidad: estar dispuestos a conocer y escuchar a los demás. Para mí, así es como forjamos nuestras historias.»
Michelle Obama no solo nos cuenta sobre la primera vez que estuvo con la reina Isabel II en el Palacio de Buckingham o de los bailes inaugurales tras la toma de posesión de su esposo, también nos cuenta historias tristes y crudas, como la partida de su padre tras una larga lucha contra la esclerosis múltiple, la muerte temprana e inesperada de su mejor amiga o el aborto involuntario que sufrió cuando más deseaba ser madre. Eso sin dejar de lado esos matices de lo difícil que es el camino para los afroamericanos y las minorías en medio de un país que en algunos segmentos es en silencio racista, mientras que en otros lo es abiertamente. Cinco décadas no pasan sin dejar sabores dulces y amargos. Una autobiografía son más que anécdotas, es el aprendizaje de vida a través de estas.
«El más universal de los desafíos consiste en conciliar quién eres con el lugar del que provienes y el lugar hacia el que quieres ir.»
El valor de una autobiografía radica en la relevancia de la historia que se cuenta. Becoming es una muestra de humanidad. Lo cuenta una mujer en sus roles de hija, hermana, sobrina, madre y esposa, pero al mismo tiempo una mujer que no es pasiva sino propositiva, una mujer consciente de su papel, función y responsabilidad con la sociedad y el hito histórico que representa. Una historia completamente honesta que inspira en las reflexiones y amena con la lectura.
«La dominación es una forma de deshumanización. La materialización más fea del poder.»
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