«Se ha escondido tras una jaula donde unas petunias azules invaden el interior. Un leve siseo, como el zumbido de un insecto, le llama la atención. Suspendido en el aire, aleteando a tal velocidad sus alas que las hace invisibles, un diminuto pájaro rojo con una especie de fina trompeta por pico, se alimenta del néctar de la flor. Su color, rojo como el fuego, es una llamarada en el aire.»
Carmen Mola es la autora de La novia gitana, novela que pronto se convertiría en un fenómeno literario y completaría una trilogía. No obstante, poco se sabía de Carmen Mola, apenas conocíamos que era una autora española que vivía discretamente con su familia y quería mantener cierta privacidad, alejada de lo que representan los medios, la fama y las explicaciones, de allí que todos empezaran a hacer suposiciones de quien era en realidad Carmen Mola, qué escritora era la que estaba detrás de ese nombre. Todo este misterio terminó en septiembre de 2021 cuando la novela La Bestia ganara el premio Planeta, fue allí donde se reveló que Carmen Mola no era una persona, sino tres escritores y guionistas españoles: Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero.
El uso de pseudónimos es una práctica antiquísima que se remota milenios y abarca muchas expresiones artísticas. Lo curioso de Carmen Mola es que para participar en el certamen del Premio Planeta debía hacerlo bajo un pseudónimo cuando Carmen Mola ya era uno. Definitivamente en el momento que este trio ingenioso envía la plica con una novela inédita sopesan el hecho de que tendrán que arriesgar la identidad secreta, pero un millón de euros era demasiado tentador. Aquella ceremonia de premiación fue única, normalmente esperamos un ganador y no tres (y no porque sea empate). Existen pseudónimos perpetuos y es que un pseudónimo no es tan diferente a un anónimo. Quién sabe si algún día se revelará quien es o fue Elena Ferrante. Particularmente creo que vamos mejorando, antes era una mujer la que se ocultaba tras un pseudónimo masculino, ahora son hombres los que usan el nombre de una mujer.
La Bestia es un thriller mezclad con novela negra que tiene como telón de fondo un contexto histórico sombrío, la sinopsis es la siguiente:
«Corre el año 1834 y Madrid, una pequeña ciudad que trata de abrirse paso más allá de las murallas que la rodean, sufre una terrible epidemia de cólera. Pero la peste no es lo único que aterroriza a sus habitantes: en los arrabales aparecen cadáveres desmembrados de niñas que nadie reclama. Todos los rumores apuntan a la Bestia, un ser a quien nadie ha visto pero al que todos temen. Cuando la pequeña Clara desaparece, su hermana Lucía, junto con Donoso, un policía tuerto, y Diego, un periodista buscavidas, inician una frenética cuenta atrás para encontrar a la niña con vida. En su camino tropiezan con fray Braulio, un monje guerrillero, y con un misterioso anillo de oro con dos mazas cruzadas que todo el mundo codicia y por el que algunos están dispuestos a matar.»
La estructura de la novela es la de un thriller y tiene los ingredientes que permiten su pronta y adictiva lectura: capítulos y párrafos cortos, oraciones directas, uso limitado de figuras retóricas, diálogos puntuales. Esta narrada en tercera persona con una voz equisciente que coloca su foco en cada protagonista: Lucía, Clara, Diego, Donoso y Braulio; siendo las dos niñas, las que tienen la principal relevancia puesto que sobre ellas recae el peso conductual de los acontecimientos, es decir, ellas y principalmente Lucía, son las que hacen que la trama avance. A pesar de que haya tres escritores tras el pseudónimo de Carmen Mola, la narración desde la primera página hasta la última es uniforme, no vemos cambios abruptos en el tono, ritmo y estilo. Los giros en la historia y la construcción de los personajes es otra cosa, pero nada que salte demasiado a la vista o que haga ruido. El antagonista, la Bestia, inicialmente apunta a que es una especie de Jack, el destripador madrileño, salvo en que, en lugar de tener una fijación por las prostitutas, lo hace con niñas en la prepubertad que secuestra de los barrios pobres, aunque luego nos damos cuentas que la Bestia es más como una hidra. Francamente son los giros en la novela la que la hacen sobresaliente, si la historia se mantiene como en el principio siguiendo la fórmula tradicional de buscar, encontrar, salvar a la víctima y capturar (o matar) al villano, nos parecería aburrida por lo predecible. Ya existe saturación de historias de asesinos en serie y es allí donde Carmen Mola apuesta y se arriesga al agregar otros elementos que si no novedosos, al menos no es tan frecuentemente combinados.
Después de la trama me parece que uno de los mayores aciertos de la novela es su contexto histórico, de hecho, me atrevería a decir que es la razón principal por la que ganara el Premio Planeta, puesto que retrata a un Madrid del Siglo XVIII con mucha rudeza y crudeza, y la historia que cuentan respeta mucho ese telón de fondo y no solo me refiero a lugares, vestimenta o usos, sino pensamientos, ideales, creencias, es decir, la vida misma. El contorno de los personajes es la historia y no podrían ser de otra manera. En ocasiones es bastante chocante cuando un escritor contemporáneo aborda un período histórico y agrega personajes atemporales para hacer una crítica al sistema que no digo que no esté bien, pero se ha hecho tanto que ya es un cliché. Carmen Mola en cambio evita todo ello, sus personajes están allí no para hacer una revolución, sino para algo más básico, sobrevivir. Probablemente donde falla y lo hace con mucha pena es en las relaciones amorosas de sus personajes masculinos, que se sienten muy forzadas, poco creíbles puesto que rozan el patetismo, aunque al menos no son cursis.
La Bestia es una buena novela, aunque no la podría considerar excepcional o magistral. Es entretenida, fluida, está bien escrita y espolvorea la historia de España en algunas líneas, pero fuera de ello no hay más, porque es en esencia un thriller y no es que esté menospreciando el género porque en realidad me gusta leer thrillers; sin embargo, da la sensación de que le falta alma, un mensaje menos obvio o más incendiario, algo de ambición, que no toda pretensión es mala. No es una obra que nos incomode, que muchas veces esas obras que incomodan desesperan, pero se les siente algo de gusto al final y para haber ganado un premio, creo que debió incomodarnos aunque sea un poco. José Manuel Blecua, Fernando Delgado, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Rosa Regàs y Belén Lopez Celada, fueron el jurado que escogió esta novela entre centenares, en efecto es un jurado trascendente, docto y de lujo a quienes les tuvo que llamar la atención esta obra y que, aunque hayan dudado, terminaron premiándola porque les gustó. La Bestia es una novela hecha para gustar y claro que sí, gusta. Difícilmente un lector se sentirá decepcionado.
Para finalizar, algunas líneas que vale la pena rescatar:
«Los cuentos no pasan nunca de moda. La gente los necesita.»
«Ignorancia y superstición, no hay peor pareja.»
«Pocos saben que por el ojo tuerto también se llora.»
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