WILL de Will Smith

 

«Toda mi vida me ha perseguido la angustiosa sensación de que estoy fallándoles a las mujeres a las que quiero. A lo largo de los años, en mis relaciones de pareja, siempre hacía demasiado. Las mimaba, las sobreprotegía, trataba desesperadamente de complacerlas, incluso cuando estaban bien, sin ningún problema. Ese deseo insaciable de agradar se manifiesta como una dependencia agotadora. Para mí, el amor era una performance, así que, si no me aplaudías, era porque yo lo estaba haciendo mal. Para triunfar en el amor, las personas a las que quería tenían que aplaudir constantemente. Spoirler: esta no es la forma correcta de tener relaciones sanas.»

Sería difícil no saber quien es Will Smith, ha sido el rostro de muchas películas taquilleras por más de 25 años y los que tienen algo de edad recordarán los comienzos del joven de Filadelfia en la serie El príncipe del rap; y si eso no bastara, también está la polémica de los hechos recientes cuando cacheteó en plena ceremonia de los Oscar a Chris Rock, hecho que incrementó el rating del evento en casi un 50% en 2022 y que de manera aislada se convirtió en contenido viral de todas las redes sociales y por qué no decirlo, también hizo que se incrementaran las ventas de este libro.

Will es una autobiografía, son las memorias de un actor que es parte de la cultura popular del siglo XXI. Es un recorrido desde su infancia mientras nos presenta a cada miembro de su familia, amigos y otras personas importantes que fueron claves en su desarrollo, hasta su edad adulta, cuando ha cumplido medio siglo de vida. Conocemos las dimensiones de su núcleo familiar e incluso somos partícipes de sus confesiones, decisiones, miedos, sueños, ambiciones, sacrificios y defectos. Es un libro muy personal y bueno, qué autobiografía no lo es, se trata de dar a conocer quien somos en realidad y de bajar la imagen de celebridad a la de una persona no tan diferente de otra. Will Smith nos cuenta su historia, su vida y lo hace de una manera muy amena, amistosa y hasta con un toque de humor cuando precisa. Realmente dan muchas ganas de revisitar los episodios de El príncipe del rap y si me gustara el rap o el hip-hop, también su música. Debo de señalar que tiene mucho cuidado cuando transita en los aspectos más íntimos, incluyendo sus hijos, sabe que este libro es sobre él y no ellos y que cualquier comentario o hecho descrito fuera de lugar puede tener efectos no deseados y dañarlos, y la voluntad de Will está lejos de ello. Se esfuerza mucho y se evidencia, en colocar a Jada y a sus hijos como mentores de su vida familiar, que, si hay un error, es de él por no haber aprendido a escuchar, observar y entender.

Will Smith fue el Agente J en Hombres de Negro, el detective Mike Lowrey en Bad Boys y el capitán Steven Hiller en Día de la independencia, y hasta cierto punto estos personajes tienen algo de él, su personalidad los absorbe, y es que el Will de El Príncipe del rap es en mucho el Will Smith real. Will no era actor cuando comenzó la serie, sino un rapero fracasado que había perdido sus millones y momentos en malas decisiones de juventud. La oportunidad de la serie no era para que actuara, sino más para que fuera él mismo haciendo lo que se le daba naturalmente, un alivio cómico, aunque muy dentro de sí seguía sintiéndose músico. No fue hasta cuando comenzó que se dio cuenta de su potencial y apostó todo por ser actor y como no sabía actuar (o al menos eso creía), debía aprender y la familia postiza de la serie de televisión fueron sus primeros mentores. Will Smith era ambicioso y si iba ser un actor sería una estrella y por lo tanto volteó a ver al actor más popular del momento y se encontró a un sonriente Tom Cruise que sin quererlo ni descubrirlo, terminó por inspirarlo.  Es así como Will Smith no solo se convirtió en un fenómeno de taquilla, sino que con el tiempo mostró que era un excelente actor y sus dotes los podemos apreciar en su interpretación de Muhammed Ali en Alí, de Chris Gardner en En busca de la felicidad o Richard Williams en Rey Richard: Una familia ganadora.

Will Smith es un actor consumado y eso es difícil de replicar, aunque no dudo que más adelante lo volvamos a ver con mejores actuaciones que las que hasta el momento le han conseguido premios, incluyendo el Oscar. También es un músico, un rapero que tuvo un momento de brillo y tendencia, sus canciones todavía las encontramos rápidamente en Spotify, Deezer o cualquier otra aplicación similar. Pero algo que no es Will Smith, es escritor. Normalmente las celebridades que publican sus autobiografías trabajan con un escritor fantasma del que nunca sabemos su nombre (de allí el calificativo fantasma). Con agendas apretadas en proyectos, eventos sociales, viajes y familia, es difícil sacar tiempo para darse a la tarea de escribir, repetir, reescribir, aprender, reiniciar, editar y el ciclo vuelve una y otra vez. Las memorias se volverían póstumas. Los escritores fantasmas son entonces un alivio. Actores, deportistas, músicos, políticos y empresarios necesitan de estos escritores. Aunque es un trabajo por contrato donde ellos deben guardar la discrecionalidad y confidencialidad, les aporta una experiencia personal, además de un generoso pago. En el caso de Will Smith fue diferente, él sí reveló a su escritor fantasma y hasta aparece en los créditos del libro, se trata de nada menos que Mark Manson, en autor del libro El sutil arte que te importe un carajo (traducción para Latinoamérica, que en España la palabra es más fuerte). Mark Manson es un bloguero y motivador que muestra técnicas para lidiar con la adversidad evitando el contenido naif que peca de positivo o ingenuo. Los libros de Manson son todos bestsellers y la vida de Will no es tan diferente al mensaje que acostumbra. Will Smith es un hombre que nació en una familia de clase media de Filadelfia y que, de haber sido conformista, hubiera estado vendiendo y reparando refrigeradores como su papá, pero decidió forjar su propio camino y afrontar los obstáculos. Probablemente las emociones son el principal punto débil de Will Smith, pero eso no lo demerita de hecho, subraya que es tan humano como cualquiera y que la diferencia es solamente el trabajo duro que no se ve, pero es la base de todo éxito en realidad.

Y aprovechando el momento, porque no creo que haya otra oportunidad mejor, mi top 5 de las películas interpretadas por Will Smith: Belleza inesperada, Aladdín, Yo robot, Hombres de Negro y Hombres de Negro III. Estas películas no me cansan, no me aburren y las últimas dos las he visto tantas veces que he perdido la cuenta.

Will es un libro en el que su autor intenta dar un mensaje positivo para todos, que lo bueno y el éxito que ha logrado no sea el ejemplo, sino el camino que siguió para obtenerlo, el cual comparte con sus aristas y bemoles. Francamente nos deja muchas frases, aforismos y reflexiones que valen la pena volver a traer y releer. 

«Los miedos crean deseos y los deseos precipitan acciones.»

«Nadie puede predecir el futuro con exactitud. Pero todos creemos que sí. así que los consejos, en el mejor de los casos, son la perspectiva limitada de una persona sobre las infinitas posibilidades que existen.»

«La primera vez que has existido en toda la historia es siendo tú.»

«La vida se hace a base de recuerdos.»

«El deseo es lo que queremos. El propósito es el fruto de lo que somos. El deseo tiende a debilitarse con el tiempo, mientras que el propósito se hace más fuerte cuando más nos alineamos con él.»

«Solo hay un miedo peor al miedo a no conseguir lo que deseas: el miedo a perderlo.»

«Cuando la gente se preocupa demasiado por lo que siente, nunca siente lo que quiere sentir.»

«Así que la pregunta que importa de verdad es: ¿cómo quiero vivir?»