«Me pregunto si perdió su sueño de volar a la vez que la cabeza o si aún puedo verlo bajo el centellear del calor sobre el tocón de su cuello o si quizá sigue todavía en su corazón, donde guardamos los sueños. Quizá eso sí que sean pensamientos de viejo que debería evitar. me pregunto si Cari podrá todavía albergar sueños en su corazón después de las cosas que ha visto. Yo también he visto cosas. Espero que el techo de su corazón sea más alto que el mío.»
Hannibal Lecter apareció por primera vez en la novela Dragón Rojo de 1981. Este personaje ni siquiera era el principal, pero cuando aparecería era capaz de eclipsar al resto y hacer que la obra misma descansara sobre sus líneas. Misma rutina realizó Harris con El silencio de los corderos obteniendo mejores resultados en la recepción y crítica, tanto que cuando fue filmada recibió muchos reconocimientos, incluyendo el Oscar a la mejor película. Luego vino Hannibal, donde Harris dedicó más páginas para Lecter, lo convirtió en el centro y esto hizo que la serie empezara a dar síntomas de agotamiento, pero aun así caminaba, se sentía como parte de un todo bastante parejo y con cabos cerrados, hasta que llegó Hannibal:El origen del mal, donde Harris da claras muestra de desgaste creativo o de su desinterés por hacer una obra por encargo, pueda que ambas.
Cari Mora es el
regreso de Harris a los anaqueles en 2019. Había pasado trece años desde que alguna
librería o editorial recibiera un manuscrito de este escritor. Todos lo creíamos
retirado. A sus casi ochenta años y siendo un escritor moderado en sus obras,
pues no es King o Crichton que publican un libro cada año, nos tomó por sorpresa
con una nueva novela que cuando uno la toma y la lee todavía impresiona más
porque es distinta a las de su canon. Harris es un escritor del subgénero negro
con el ritmo trepitante del thriller, pero en Cari Mora, aunque no deja de ser
thriller, posee una temática y ambientación diferente, parece otro Harris.
La sinopsis de Cari Mora es la siguiente:
La sinopsis de Cari Mora es la siguiente:
«Bajo una antigua mansión de Pablo Escobar en la costa de Miami se ocultan veinticinco millones de dólares en oro. Un grupo de hombres sin escrúpulos lleva años buscándolos. Su líder es Hans-Peter Schneider, quien, impulsado por inconfesables apetitos, se gana la vida haciendo realidad las violentas fantasías de ricos y poderosos. Cari Mora escapó de la violencia de su Colombia natal y el cuidado de la mansión es ahora uno de sus variados trabajos. En cuanto pone sus ojos en Cari, Hans-Peter se encapricha de ella. Pero Cari Mora es una superviviente. Y no es la primera vez que tiene que luchar para demostrarlo.»
La historia se desarrolla en un corto período de tiempo, está
contada en tercera persona y es lineal. Para dar profundidad a su personaje
principal, Cari Mora, se apoya en oportunos flashbacks en situaciones críticas.
Hay varias escenas de violencia, algunas muy viscerales, pero a pesar de ello
me parece una obra bastante limpia para lo que nos tenía acostumbrados. Destaco
la fluidez, la novela se lee con rapidez y nos obliga a ir a su ritmo.
Vamos a los puntos débiles. La trama parece un colador. Véase
por donde se quiera, la historia contada sobre la mansión de Pablo Escobar con
un tesoro escondido en Miami no tiene sentido. Pablo Escobar, según la
narración, la mandó a construir para que su familia tuviera un lugar cómodo
para residir en Estados Unidos en caso fuera apresado y extraditado, de esta
manera estarían cerca para que lo fueran a visitar. Pero la verdad es que la extradición
nunca fue una opción para Pablo Escobar, antes prefería la muerte y así fue. Por
otra parte, Estados Unidos es una gran nación ¿cómo sabía Pablo Escobar que
estaría en una cárcel de Florida? ¿Y si lo enviaban a Texas? ¿California?
¿Nueva York? Otra cosa que no me explico es como sigue de pie la mansión que
compró Pablo Escobar, según la novela, en Miami. Explican que ha pasado por
manos de varias inmobiliarias pero que nadie ha residido allí ¿por qué no la
han demolido? Estados Unidos no es muy dado a ser tolerante con la apología del
delito, si hasta en Colombia las mansiones que fueron de Escobar fueron
destruidas, quemadas o expropiadas. La historia está ambientada en la época
actual, no en los noventa.
Es un hecho que Pablo Escobar llegó a tener tanto dinero que
hasta lo enterraba, pero lo hacía en barriles y eran dólares lo que había en
ellos. Había tantos barriles enterrados por Antioquia que hasta se perdió el
control de donde estaban. En Cari Mora se nos dice que es una caja fuerte, ya
no barriles, y en lugar de efectivo está llena de lingotes de oro. Además, la
caja fuerte cuenta con un sistema de seguridad muy avanzado, con explosivos y
un detonador de movimiento activado por mercurio. No existe ningún antecedente
que Pablo Escobar enterrara oro en lingotes y menos que haya usado esos
sistemas de seguridad tan extraños y exagerados que tan solo el hecho de
ponerlos en marcha en Estados Unidos resulta una proeza inimaginable. También imagino
que ir por Miami con miles de dólares en efectivo ha de ser algo complicado,
mejor lingotes de oro, la policía seguramente hará menos preguntas. Pablo
Escobar siempre cuidó de su familia ¿por qué consentiría que vivieran bajo una
bomba? Que la caja fuerte tiene tanto explosivo que si se equivocan en la
apertura podría explotar y tirar por los aires la mansión. Realmente dejo hasta
allí las inconsistencias de la historia de fondo Pablo Escobar, demasiados
sinsentidos juntos. Hubiese sido mejor que se inventaran el nombre de un excéntrico
mafioso italiano, japones, ruso o mexicano, hay tantas opciones y más recientes
que un Pablo Escobar muerto en 1993.
El thriller se siente casi como el guion de una película, o
pensado para que la adaptación no fuera un problema. Muy fácil. No me
sorprendería ver dentro de poco en la pantalla esta historia con apenas un
mínimo de ajustes. Una película de acción basada en la novela de Thomas Harris.
Lo que destaco de la narración son los flashbacks de Cari
Mora. Todo lo demás se siente artificial y hasta falso. Con cabos sueltos y
sinsentidos por doquier. Pero
los flashbacks no. Son historias breves con mucho contenido trágico de
la infancia de Cari Mora mientras era militante de las FARC en Colombia. Cuando
lo leí rápidamente fui a los testimonios de los secuestrados por las FARC, pero
específicamente a la narración de Ingrid Betancourt, No hay silencio que no
termine. Lo que contaba Thomas Harris en aquellas líneas se sentía demasiado
real como para ser una invención. La inspiración no puede conducirnos por ese
camino. Cuando terminé de leer la novela encontré dentro de los agradecimientos
a Yvonne E. Keairns quien escribió The voices of the girl child soldiers, que
son historias reales de niñas y jóvenes obligadas a portar armas que han sido rescatadas
de la guerrilla. Thomas Harris la había leído y tomó parte de aquellas
historias para darle una profundidad a su personaje, para humanizarla.
Harris sabiendo que Lecter es su obra maestra, también nos
da en Cari Mora un guiño de canibalismo en un atisbo tan breve que si no
estamos atentos nos lo perdemos. Podríamos decir que es el cameo de una idea.
Y como dato curioso, la novela transcurre en algún momento
de esta última década, pero dos personajes secundarios que aparecen entre las
páginas dicen frases como «envíamelo
por fax». Lo cual empieza a
sonar anacrónico, aunque no descarto que Thomas Harris hubiese utilizado una máquina
de escribir para su nueva novela.
Cari Mora es una novela distinta y si no nos dicen que Thomas
Harris es el autor, difícilmente lo hubiésemos podido adivinar y no es que Harris
haya pulido un estilo característico e identificador, pero sin duda Cari Mora no
es su estilo.
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