sábado, 22 de agosto de 2020

LARGO PÉTALO DE MAR de Isabel Allende


«El soldadito tenía un agujero en el pecho y el médico, después de examinarlo someramente sin encontrarle el pulso, determinó que estaba más allá de cualquier socorro, que ya no necesitaba morfina ni consuelo. En el frente le habían tapado la herida con un trapo, se la habían protegido con un plato de latón invertido para evitar el rece y le habían envuelto el torso con un vendaje, pero de eso hacía varias horas o varios días o varios trenes, imposible saberlo.»

La Medal for Distinguished Contribution to American Letters es uno de los reconocimientos más importantes a los que un escritor estadounidense puede aspirar. Lo han ganado grandes autores como Philip Roth, Gore Vidal y Tom Wolfe y en 2018 la pluriculturalidad y la influencia latina en el país tuvo un tributo al reconocer la trayectoria literaria de Isabel Allende que desde 2004 es miembro de la American Academy of Arts and Letters, además de ser considerada una de las exponentes del “realismo mágico más leídas en el mundo. Hubo polémica con este reconocimiento, como también la hubo cuando fue otorgado a Oprah Winfrey, Stephen King y Ursula K. Le Guin. Siempre habrá críticos desalmados y fascistas disconformes; pero no se puede tapar el sol con un dedo como tampoco desmeritar la trayectoria de Isabel Allende.

Largo pétalo de mar es una novela publicada en 2019 donde Isabel Allende nuevamente vuelve a mezclar la realidad con la ficción y nos ofrece una historia emotiva que atrapa al lector desde las primeras páginas. Como es usual en la autora, la narración abarca varios personajes y lugares y una línea temporal bastante amplia que en esta ocasión son más de cinco décadas. Largo pétalo de mar también es un tributo a Neruda, aunque no tanto a su obra, que la vemos a fragmentos desperdigados en las introducciones de cada capítulo, sino por su hazaña altruista de rescatar a españoles refugiados que huían de la dictadura franquista. El título de esta novela es una metáfora que utiliza Neruda para describir a su país Chile, «un largo pétalo de mar… y nieve».

«Nadie medita sobre su vida en la juventud.»

Chile antes de Salvador Allende tuvo un presidente progresista y adelantado a su época, Pedro Aguirre Cerda, a quien con frecuencia la oligarquía tachaba de comunista y que encabezaría el primer período de los gobiernos radicales que duraría catorce años. Lo de comunista quedaba fuera de lugar, porque estos gobiernos trataron de cimentar las bases de una verdadera república democrática y representativa. Las decisiones de Pedro Aguirre Cerda para los estándares actuales parecerían bastante tibias, aunque en su momento enfrentaba a un Chile en el cual el estatus y el poder no lo daba el dinero ni la política sino el apellido y el linaje, además que los golpes de Estado eran un recurso que podían usar a su antojo, como en casi todos los países de América Latina, algunos incluso mantienen esos resabios pseudofeudalistas hasta hoy. Pablo Neruda además de escritor fue un activista político y en 1939 era cónsul de Chile en España. Fue entonces cuando conmovido por la situación que muchos españoles estaban viviendo que obtuvo el favor de Pedro Aguirre Cerda para brindar un salvoconducto en Chile a los refugiados españoles que hasta ese momento se encontraban hacinados en campos de concentración en las fronteras de Francia. Obviamente Neruda solo obtuvo el favor, porque el dinero, el barco y todo recurso que necesitara para la travesía era problema de él. El presidente no quería incomodar a la oligarquía destinando fondos cuando ya veían con mala fe el que españoles, según ellos de la peor clase, llegaran a suelo chileno, llamándolos beligerantes, comunistas, judíos y ateos.

A falta de recursos Neruda logró conseguir un viejo carguero francés, el Winnipeg, construido en 1918. Aquella nave tenía dos décadas surcando los mares y su número máximo de pasajeros era la tripulación, veinte personas. Alemania había invadido Polonia y las campanas de una nueva guerra de proporciones inimaginables sonaban en todo el mundo. A contrarreloj el Winnipeg debió adaptarse para recibir a 2,200 españoles que en la huida habían perdido más que cosas materiales. Muchos tenían un hermano, un hijo, una madre o un padre asesinado o desaparecido. Familias completas fueron fracturadas en la represión franquista. Comparado con los campos de concentración francés, navegar un mes por aquella nave podía ser comparado con un crucero.

Chile en comparación con una España absolutista y una Europa levantada en guerra era, pese a todo, un paraíso de libertad donde se podía vivir dignamente y con el suficiente esfuerzo, prosperar. Y ese es en resumen la historia de la cual se enamoró Isabel Allende y que nos trae en esta novela de la mano con unos personajes entrañables que nos harán recordar viejos fantasmas de su pluma. He aquí la sinopsis:

«En plena Guerra Civil española, el joven médico Víctor Dalmau, junto a su amiga pianista Roser Bruguera, se ven obligados a abandonar Barcelona, exiliarse y cruzar los Pirineos rumbo a Francia. A bordo del Winnipeg, un navío fletado por el poeta Pablo Neruda que llevó a más de dos mil españoles rumbo a Valparaíso, embarcarán en busca de la paz y la libertad que no tuvieron en su país. Recibidos como héroes en Chile -ese “largo pétalo de mar y nieve”, en palabras del poeta chileno-, se integrarán en la vida social del país durante varias décadas hasta el golpe de Estado que derrocó al doctor Salvador Allende, amigo de Victor por su común afición al ajedrez.»

Como complemento a la trama del libro tengo que agregar que del lado de España tenemos a Marcel Luis Dalmau y Carme que son los padres de Victor y Guillen Dalmau, jóvenes que se unieron al frente con el estallido de la guerra civil, Víctor como enfermero y Guillen como combatiente. Aunque años atrás Marcel Dalmau había abierto las puertas de su casa a Roser Bruguera, una niña pastora de cabras casi abandonada a su suerte. Junto a Carme la recibieron como si fuera una hija. Con el tiempo surge una chispa de amor entre Guillen y Roser. Esta familia es testigo y víctima de la guerra y su miseria. Su vida cambia pronto cuando deben huir por su vida, cruzando los pirineos, pidiendo ayuda en la Francia que dubitativa consideraba tan humano como peligroso abrir sus fronteras para aquellas decenas de miles de personas desplazadas que pedían desesperadamente auxilio. En contraste en Chile tenemos una familia pudiente y oligarca, de gran reputación y buen apellido que les hacía las veces de título nobiliario. Se trata de Isidro del Solar y Laura del Solar, quienes son padres de seis hijos, aunque solo se nos menciona a Felipe, Ofelia y Leonardo, el menor, a quien apodan el Bebé y que tiene un problema congénito del corazón. Estas dos familias terminarán por cruzar sus caminos y crear una nueva historia.

«El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es optativo.»

Si has leído previamente a Isabel Allende te encontrarás con un estilo que te resultará familiar. Su narración en esta ocasión tiende a ser más lineal, sin darnos demasiadas pistas del futuro, que siempre había sido una característica fundamental de la escritora. Aborda superficialmente los temas políticos, aunque tampoco es que antes se haya caracterizado por enviar mensajes muy abiertos o directos. Probablemente quería evitar la polémica innecesaria o entrar en algún lugar incómodo que pudiera reportarle posteriormente un desgaste. Si el viaje del Winnipeg lo hubiera escrito Mario Vargas Llosa la política hubiera sido el eje central, pero en cambio en Allende es la vida de las personas en ese mundo en el que no les queda más que aceptar lo que sucede y en donde las emociones, principalmente el amor, juegan un papel trascendental en sus decisiones.

«Los acontecimientos más importantes, los que determinan el destino, casi siempre escapan por completo a nuestro control.»

En 2014 la autora Laura Martel publicó la novela gráfica Winnipeg, el barco de Neruda, en un intento de traer a la memoria setenta y cinco años después un hecho heroico que las nuevas generaciones desconocían. Que también vale la pena mencionar porque el retrato del drama humano puede cubrir muchos lienzos y dimensiones. Isabel Allende en Largo pétalo de mar es la escritora que conocemos y que robó nuestro interés y emoción desde la Casa de los espíritus. El viaje de más de quince mil kilómetros del Winnipeg que durara un mes es un hito dentro del relato que cuenta medio siglo de historia de dos familias.

Muchas personas consideran que Isabel Allende no es una gran escritora, algunos como su propio compatriota, Roberto Bolaño, ni siquiera la consideraba escritora, mucho de esos comentarios vienen porque vende muchos libros y generalmente los críticos y puristas asocian que si un libro lo leen muchas personas seguramente es porque no es bueno. Pero lo mismo han dicho y seguirán diciendo de muchos otros escritores. La literatura es una expresión artística y el arte nunca está en el objeto, sino en los ojos que lo ven. Si un libro puede darte un paseo por la historia o fantasía y llevarte a conocer a personajes con los cuales te hubiera gustado tener una conversación, entonces no importa quien lo escribió sino quien lo lee.

Francamente no esperaba demasiado de Largo pétalo de mar, hacía más de diez años que no leía a Isabel Allende y quizá esa es la razón del que lo haya encontrado muy satisfactorio y que pueda decir que es un libro que vale la pena releer y recomendar.

«Nada sacamos con revolver el pasado.»

1 comentario:

  1. Debo reconocer que la autora es una escritora con mucha trayectoria y con grandes reconocimientos a lo largo de su carrera, aun así, no he leído propiamente uno de sus libros. Sin embargo, al ver las distintas reseñas sobre este libro y las calificaciones que van desde tres a cinco estrellas no deja de jugar la idea conmigo de leer uno de sus escritos.

    Como bien has dicho los lectores suelen ser muy subjetivos con respecto a los libros y creo que la prueba más fehaciente la encontré en una reseña en donde la lectora explica que le costó terminar de leer el libro argumentando que no fue por la trama y menos por la escritora sino más bien a quien hace alusión el libro, ya que como bien mencionas el libro tiende a hacer un homenaje al poeta chileno Pablo Neruda y esto lo explica la lectora al confesar que el enterarse de que el poeta en una entrevista confeso haber violado a una empleada doméstica cambio su percepción con respecto del autor de una "Canción desesperada".

    Cerrando este paréntesis para muchos ha sido una novela que tiende a caer en el marco de novela histórica, principalmente por los hechos que va narrando muchos de ellos aparados en sucesos reales y que según algunos dicen afectaron la vida de la autora desde su niñez. Para la autora que se define como una “eterna extranjera” y que ha puesto sus raíces en sus libros según como ella lo ha indicado, tendrá gran importancia esta obra.

    La gran mayoría coinciden en que la obra se lee rápido sobre todo porque en medio de todos los hechos que se presentan hay una historia de amor que va creciendo como una espiral potenciando a los personajes principales: el médico Víctor Dalmau y su amiga la pianista Roser Bruguera, quienes en medio de la revolución española abordan este barco carguero bajo el nombre de Winnipeg, por si fuera poco el tema de los refugiados va persiguiendo a los personajes que llegan del viejo mundo a toparse con una nueva realidad.

    Quizás esta comparación esta demás y muy burda pero no se porque vi la historia del Titanic aquí; un barco, una historia de amor, un nuevo mundo, aunque creo que el final es distinto en la novela de Allende, así que como fiel defensor de la literatura espero me toleres el atrevimiento de la comparación. Saludos mi estimado.

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