viernes, 21 de agosto de 2020

LA SIRENITA Y OTROS CUENTOS de Hans Christian Andersen


«El caracol se había vuelto tierra en la tierra y el rosal tierra en la tierra, y la memorable rosa del libro de oraciones había desaparecido… Pero en el jardín brotaban los rosales nuevos, y los nuevos caracoles se arrastraban dentro de sus casas y escupían al mundo, que no significaba nada para ellos.»

Los cuentos de Hans Christian Andersen han trascendido lugares y generaciones; son parte de la infancia de todos. Con frecuencia son adaptados a cortometrajes animados o películas. ¿Quién no ha oído hablar de la Sirenita? ¿Quién no ha comprendido la moraleja del Patito feo? Hans Christian Andersen lleva dos siglos alimentando la imaginación con personajes entrañables y pueda que siga así indefinidamente.

La vida del propio escritor tiene mérito y un gran mensaje de superación que vale la pena destacar. Hijo de un pobre zapatero, no se conformó con su condición. No sería zapatero y tampoco adaptaría ningún otro oficio, a pesar de que era forzado a ello. Terminó escapando, siendo apenas un adolescente y literalmente vivió en miseria antes de poder hacerse un camino con su arte, las letras. Se dice que el talento es algo con lo que se nace, lo cierto es que se nace con una semilla, pero para que germine es necesario cultivarla diariamente y hasta después de miles de horas es que empieza a brotar sus primeros frutos. Hans Christian Andersen a pulso se convirtió en el mejor escritor danés de su época. Viajó por toda Europa, conoció al mismo Charles Dickens y eventualmente le fue concedido un título honorífico por el propio rey y también fue reconocido como ciudadano ilustre de Copenhague.

En honor a este escritor desde 1956 se concede el premio bienal Hans Christian Andersen, que viene siendo como un premio Nobel a la Literatura Infantil. Lo han ganado autores de diversas nacionalidades donde cabe destacar el otorgado a la argentina María Teresa Andruetto y a la brasileña Ana maría Machado.

En lo que respecta al estilo de Hans Christian Andersen, podríamos afirmar que sus relatos tienden a ser metáforas cargadas con retórica moralista, pero no haría honor a la justicia con una definición tan simple. Si bien es cierto que existe una exaltación a principios y valores con un corte tradicionalista, también es importante distinguir que lo hace desde una manera reflexiva y que mediante la introspección busca que el lector objetivo, los niños, tomen consciencia de lo que tienen y sean agradecidos, que abandonen los sentimientos egoístas y que ante la adversidad no se rindan, que luchen por sus sueños. Muchos de los personajes creados por Andersen tienen orígenes humildes, han conocido la miseria o el desprecio y aunque no encuentren un final del todo feliz, sus espíritus alcanzan la redención. 

En la presente colección de relatos, La sirenita es la historia de mayor extensión; sin embargo, contiene otros veintiún cuentos, muchos de ellos bastante conocidos. De los cuales me referiré a ellos uno a uno.

  • La sirenita: la sexta de las hijas del rey del mar se enamora de la superficie y anhela más que nada tener un alma inmortal humana en lugar de una larga vida de casi tres siglos que terminará en espuma de mar. Busca a una bruja para poder cumplir su deseo, y este ser taimado y cruel se cobra con la voz de la sirenita. Le explica que la condición para que sea una mujer de manera perpetua es que debe casarse con el príncipe que vio la primera vez que subió a la superficie, si no lo logra su vida será muy corta, se convertirá en espuma; pero ¿cómo una desconocida podría conquistar a un príncipe sin poder hablar? Antes ella le había salvado la vida, aunque él creía que era un sueño. El príncipe queda fascinado con ella, pero su matrimonio es con otra, con una verdadera princesa de la superficie. Eso significó la sentencia de la sirenita. Sus hermanas llegan a auxiliarla, han hecho otro pacto con la bruja. Para deshacer el hechizo debe matar al príncipe antes del amanecer, pero no lo hace, cómo matar a un inocente por su egoísta deseo. Se convierte en lugar de espuma, en hija de la luz, un halo que sube al cielo. En esta historia si la sirenita no hubiese arriesgado todo, viviría tres siglos frustrada con la idea de que hubiera pasado. A veces se deben de correr riesgos y aceptar el sacrificio que involucra, pero siempre debe procurarse que el costo no atropelle a personas que nada tienen que ver con nuestro ímpetu y deseo.
  • Las nuevas ropas del emperador: esta es la clásica historia de unos estafadores que venden una supuesta tela invisible y ligera que solo los inteligentes pueden ver. Todos hacen como que ven la tela y el vestido para no evidenciar que carecen de inteligencia y por lo tanto no serían dignos del puesto o de pertenecer a la corte. Finalmente es la inocencia de un niño que muestra lo tonto que fueron aquellos que querían hacerse pasar por inteligentes. Esto me recuerda a las críticas literarias o de cine, muchos dicen que algo es una obra maestra y otros por temor a parecer poco cultos continúan con la perorata. A la larga, las cosas siempre caen por su peso. 
  • El cerdo de bronce: es el relato de un niño pobre que se duerme en los lomos de un cerdo de bronce que funge como fuente en la plaza del pueblo. El cerdo cobra vida por la noche y lo lleva a conocer un mundo surreal donde las estatuas y los retratos están animados. El niño se enamora de las pinturas. Al día siguiente despierta y nos damos cuenta de que es maltratado por su madre. Huye y es adoptado por un fabricante de guantes, en cuyo edificio, en el piso de abajo, vive un pintor quien le enseña a dibujar al niño. El niño comete algunas imprudencias, pero se convierte en un gran artista que no termina de conocer la fama que alcanzaría. Este niño podría ser el mismo Hans Christian Andersen diciéndonos que él también fue un niño anónimo, pobre y maltratado, y que nunca se dio por vencido, que fue capaz de crear un legado.
  • El pequeño Claus y el gran Claus: el pequeño Claus era pobre, y el gran Claus rico. A partir de un trato entre ellos por el uso de los caballos el pequeño Claus empieza a hacer una serie de timos de forma espontánea en la que las personas le entregan oro y plata a cambio de que él les otorgue algo o calle algo. Al gran Claus lo consume la envidia hasta la muerte. Este es un relato donde la inteligencia puede vencer a la violencia, y donde la ira y la envidia consumen la paz y hasta la vida.
  • El baúl volador: un comerciante rico hereda su fortuna a un hijo que la despilfarra pronto. Un amigo cansado de él le entrega un baúl para que se marche, pero el baúl es mágico, vuela. El hijo del comerciante surcando los vientos llega al país de los turcos, donde conoce a una princesa confinada en una torre, guardada para que nadie rompa su corazón. Mediante una fábula logra convencer al rey de que le entregue la mano de su hija. La fábula involucraba un fósforo que presumía de ser importante, pero se quema. Al final lo mismo le sucede a él que quema su baúl y ya no puede asistir a la boda, dejando a la princesa esperándolo, con el corazón roto. Lo que fácil viene, fácil se va. Lo que con poco esfuerzo se obtiene, es lo primero que se pierde. Las estrellas más brillantes son las que antes se apagan.
  • La botella: una botella de vino está en el brindis de lo que es el compromiso de un matrimonio. La botella luego es desechada y reutilizada varias veces, hasta llegar a convertirse en un baño para aves. En el proceso se encuentra con la dama al inicio del relato, la novia, que ya era anciana. Pero la botella o lo que queda de ella nunca se dio cuenta de las historias tristes que pasaban a su alrededor ni reconoció a nadie porque solo importaba ella. La vida nos llevará por muchos lugares y conoceremos a muchas personas, pero debemos ser humildes y reconocer que todos tienen una historia, que a todos les ha consumido un afán.
  • La niña que pisó el pan: es el relato de una niña pobre que logra cambiar su situación y posición social. Se vuelve altiva y presumida. En una de esas ocasiones donde buscaba ufanarse con sus lindos vestidos utiliza un pan como alfombra para no ensuciar sus lustrosos zapatos. Pero no pisaba un charco, sino algo más profundo. Se hundió entre el lodo hasta el infierno y se convirtió en una estatua que adornaba el pasillo del Diablo. La niña fue el escarnio y reproche de todos. Hasta que una anciana muchos años después sintió verdaderamente pena por ella, pidió clemencia y lloró. Esto hizo que la estatua se derritiera y de ella surgiera un pájaro, que luego cumplió una penitencia subir migajas de pan hasta que igualara el peso del pan que utilizó como alfombra. El pequeño pájaro se convirtió en garza y ascendió al Cielo. La humildad es un valor y presumir y humillar a los demás no trae más que oprobio y escarnio; sin embargo, aun los corazones más duros pueden alcanzar la redención.
  • El soldadito de plomo: un soldadito de plomo se enamora de la bailarina de papel, pero en su embeleso un duende le advierte que deje de verla y como no obedece lo avienta por la ventana y allí empieza una aventura que lo lleva por las alcantarillas, al vientre de un pez y nuevamente al hogar que le había sido arrebatado. Por accidente un niño lo avienta a una chimenea al mismo tiempo que la bailarina es soplada por el viento hasta las llamas, el soldadito se convierte en un corazón de plomo, y la bailarina en cenizas. Esta es una historia de perseverancia y de lo cíclica que es la vida, probablemente alcancemos eso que tanto anhelamos, aunque sea un instante, es lo más que podemos esperar de la felicidad, un instante.
  • El patito feo: el último patito en nacer en el corral era el más feo y todos se lo recriminaban. Termina huyendo y empieza sus aventuras en donde estuvo a punto de morir varias veces. Hasta que logró llegar a la siguiente primavera y para sorpresa de él, el reflejo era el de un cisne, el ave más hermosa que había visto. Veo también aquí una analogía a la vida de Hans Christian Andersen, que también no aceptó ser zapatero, no aprendía el oficio y huyó. Anhelando ser escritor se convirtió en el mejor de ellos. Un cisne no tiene lugar en el corral de los patos, porque los patos son incapaces de diferenciar a un cisne. No hay inadaptados, solo lugares que inadaptan. 
  • Historia de una madre: esta es el relato de una madre que pierde a su bebé, la Muerte, transformada en un anciano se lo arrebata una noche. Ella al darse cuenta va en busca de su hijo. Trata de ganarle la carrera a la Muerte y para alcanzarla es sometida a varias pruebas donde pierde hasta los ojos. Finalmente, logra interceptar a la Muerte y esta entonces le muestra los posibles destinos y los sufrimientos que acontecerían a su hijo y a otras personas de no cumplir con su funesta misión. Ella entonces abatida acepta que la Muerte hace el trabajo de Dios, que, aunque le duela perder a su hijo, tampoco sería justo de su parte que otras madres también perdieran a los suyos.
  • El ruiseñor: el emperador de China no sabía que tenía en los confines de su reino un ave a la que todos admiraban. Decide conocerla y la lleva a su corte. El canto era más bello de lo que imaginaba. Todos estaban maravillados. El emperador le construye una jauda de oro de la cual solo podía salir brevemente dos veces al día. Un día el emperador recibe un obsequio, un ruiseñor mecánico hecho por los japoneses, quienes al carecer de un ave tan bella decidieron usar su inteligencia y crear una. Esta ave canta y canta sin parar, por lo que el ruiseñor que una vez encantó al reino terminó exiliado. El ruiseñor mecánico con los años se empieza a gastar y cada vez su canto se escucha menos por temor a estropearlo. Un día el emperador está por morir cuando llega el viejo ruiseñor a su ventana y le canta, lo que hace que el emperador recobre energías y como un milagro viva. El emperador llega a un acuerdo con el ruiseñor que parece ser el origen de la frase: me lo contó un pájaro. En este cuento nos enseñan que la mayor recompensa es la gratitud, que el mejor obsequio es la libertad y que nada sustituye la belleza natural. Este relato está inspirado en el sentimiento que el escritor tuvo hacia la soprano Jenny Lind.
  • El ave Fénix: una prosa que habla de la majestuosidad y origen del Ave Fénix, desde un nido en el Árbol de la Sabiduría. Un ave majestuosa que muere y resucita.
  • El hada de saúco: un niño llega con los pies mojados, y un viejo, un vecino del piso de abajo sube y le prepara te de sauco, el niño espera que él relate un cuento y el anciano lo hace sin chistar, pero al final el niño protesta indicando que lo que acaba de escuchar no es un cuento. Y en ese momento emerge el hada del sauco, mostrando que los cuentos pueden ser inspirados prácticamente de cualquier cosa por insignificante que sea.
  • El niño travieso: un poeta rescata a un niño y lo cuida hasta que se recupere, pero este en compensación traicionera le da un flechazo. Era cupido que con su arco va flechando el corazón de todos, haciendo que descubran el amor y también la experiencia de los corazones rotos. Hans Christian Andersen tuvo una vida amorosa algo atrabiliaria, él fue el poeta que cuidó a cupido y también una víctima del amor.
  • El jardinero y el señor: esta es la historia de un jardinero al servicio de un gran señor. Este jardinero siempre lograba muchas cosas haciendo extraordinariamente bien su trabajo, del jardín salían los mejores frutos y hasta la flor más vulgar era hermosa. Todos veían la fortuna y pericia del jardinero, excepto el amo que se sentía como la persona que podía despedirlo, pero no lo hacía porque era un buen trabajador. Otro relato donde el jardinero es una representación del propio escritor y su relación con la corte de Dinamarca.
  • Pulgarcita: una mujer no puede tener hijos y recibe un obsequio florido. De una flor nace una niña, tan pequeña que le nombra Pulgarcita. Esta chiquilla pronto es secuestrada por un sapo con la intención de casarla con su hijo, pero antes de que la desposara el renacuajo fue rescatada por unos peces. Pulgarcita termina con una vieja rata de campo quien con e pasar del tiempo le obliga a casarse con un topo, que era su mejor partido, aunque su belleza quedase sepultada en las profundidades de la madriguera. Pulgarcita vuelve a escapar esta vez gracias a una golondrina y llega a un lugar nuevo, el reino de los silfos, donde hay muchas personas como ella y donde termina conociendo al príncipe que sería su esposo. Esta historia es parecida a la del Patito feo, Pulgarcita no sabía que era un silfo y siempre estaba siendo obligada a hacer algo que no era propio de su naturaleza, y antes que ceder decidía arriesgarse y escapar.
  • El tesoro dorado: esta es la historia del nacimiento de un niño hermoso, con el pelo rojo, al que todos en el pueblo admiraban. El niño pronto tomó gusto por el tambor y terminaría convertido en un soldado y como tal es llamado a la guerra. La madre esperaba lo peor, que muriera en combate. El padre lo contrario, que obtuviera una medalla y grandes honores. Ningún temor o deseo paterno se hizo real. El chico pelirrojo regresó y seguiría con su afición con el tambor, porque ni para morir ni para matar estaba preparado. El cuento es de los más flojos de la colección, pero el mensaje es claro, el de mantener la esencia y perseverar.
  • El viejo farol: el consejo municipal decidió retirar un viejo farol de las calles. El farol esperaba lo peor, la fundición. Pero fue rescatado por el vigilante para alumbrar en su casa. El farol empezó a imaginar que si lo fundían sería un buen candelabro, el mejor de todos, pero luego tomó consciencia y se sintió agradecido de estar con el vigilante que le daba mantenimiento, porque era la luz de aquella casa. En ocasiones vemos hacia afuera e imaginamos muchas cosas olvidándonos que adentro tenemos un gran tesoro o somos lo más preciado de alguien más.
  • Buen humor: el hijo del chofer de carrosas fúnebres nos cuenta de la herencia que le dejó su padre, el buen humor. El joven nos da un recorrido por el cementerio, reinterpretando las inscripciones de las lápidas. La inscripción de una lápida es un recuerdo idealizado, el buen humor aclara la memoria y nos dice que todos somos humanos.
  • El caracol y el rosal: este es un relato en donde un caracol muy inteligente le reprocha a la rosa lo poco e intrascendental que ella le ofrece al mundo, su belleza, su aroma, sus colores. Él, en cambio, no ofrece nada porque repudia al mundo y prefiere esconderse en su caparazón. Hay personas que nacieron para dar y aun en lo poco dan todo de sí; pero existen otros que se jactan de sabios y que solo critican.
  • Los zapatos rojos: una niña pobre recibe el día de la muerte de su madre un par de zapatos rojos, obsequio de la viuda del zapatero. Una señora de mejor condición se compadece de ella y la adopta. La niña en lugar de pensar de que los gestos de afecto eran por su situación de huérfana, atribuye su suerte a los zapatos. Desde entonces usa zapatos rojos o colorados para todo, aun cuando la situación no lo ameritaba. Muchas veces creemos que nuestro valor está en algún objeto o amuleto, olvidándonos que somos nosotros y quienes nos rodean los que construimos el camino por el que pasamos.
  • La niña de los fósforos: una niña vendedora de cajitas de fósforos no logra vender ninguna en la víspera de navidad. En las calles le sobrevino la noche y el frío, quedó atrapada en un rincón entre dos casas. La oscuridad y el frío son inclementes. La niña buscó calentarse encendiendo una cerilla tras otra. En el resplandor de cada una tuvo visiones que confortaron su corazón. La niña es encontrada al día siguiente muerta de hipotermia con las cajitas de fósforos, solo había encendido los fósforos de una cajita. Este es el relato más triste de la colección. Muchos inocentes mueren en la oscuridad.

Aunque estos son relatos infantiles, tienen un brillo que los hace más preciosos en la medida que el lector tiene más años para comprender la belleza, profundidad, simbolismos e historia atrás de cada cuento. Cada vez que leemos uno nos encontramos con un elemento que anteriormente pasamos por alto, como si la historia volviera a transformarse y sirviera para entender una situación muy particular de nuestras vidas.

Para cerrar, dejo algunos aforismos que fui recolectando durante la lectura.

«Si puedes dibujar y pintar, entonces tienes el mundo en tus manos.»

«Los jóvenes tienden a ser líricos.»

«Poco importa que se nazca en el corral de los patos, siempre que uno salga de un huevo de cisne.»

«Las más bellas leyendas surgen de la realidad.»

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