lunes, 31 de agosto de 2020

COMO AGUA PARA CHOCOLATE de Laura Esquivel


«Mamá Elena le lanzó una mirada que para Tita encerraba todos los años de represión que habían flotado sobre la familia y dijo: pues más vale que le informes que si es para pedir tu mano, no lo haga. Perdería su tiempo y me haría perder el mío. Sabes muy bien que por ser la más chica de las mujeres a ti te corresponde cuidarme hasta el día de mi muerte.»

Como agua para chocolate fue la primera novela publicada por Laura Esquivel, una escritora mexicana que previamente había tenido un recorrido en el teatro y televisión y que desde 2007 ha estado activa políticamente, siendo actualmente diputada federal. Desde su publicación en 1989, Como agua para chocolate ha sido traducida a más de una treintena de idiomas y es considerada una de las obras de la literatura mexicana más importantes del siglo XX.

Es imposible negar el escepticismo que tenía sobre esta obra cumbre de Laura Esquivel. Pensé que se parecería en estilo o historia a Recuerdos del porvenir de Elena Garro o Pedro Páramo de Juan Rulfo, pero estaba equivocado. La obra de Laura Esquivel está bastante lejos en concepto literario de esas otras dos obras que también son imprescindibles en la literatura latinoamericana. Como agua para chocolate tiene un espíritu propio, único, rebosante de creatividad. Por la fecha en la que fue publicada entra en una etapa tardía del realismo mágico. Este movimiento se encontraba consumado y las obras que lo representaban eran difíciles de superar; no obstante, Laura Esquivel se las arregló para asomar su pie antes de que la puerta se cerrase y dejarnos una novela que con mucha soltura ha venido a convertirse en un claro ejemplo del realismo mágico.

La novela es un relato familiar, donde una narradora, de la que nunca nos enteramos de su nombre, nos cuenta sobre las recetas de cocina de su tía abuela y las peripecias que esta sufrió por el amor y una dura tradición familiar. La mayor parte de la novela transcurre en el tiempo de la revolución mexicana, en la ciudad fronteriza de Piedras Negras, que se encuentra a pocos kilómetros de Texas. Comienza cuando Tita, la protagonista, tiene dieciséis primaveras y la narración nos lleva por un camino de veintidós años.

La sinopsis de la novela es la siguiente:

«Tita, por ser la más joven de sus hermanas, debe cargar con la tradición familiar de cuidar a su madre hasta la muerte, no pudiendo casarse con Pedro, el amor de su vida. Pero Tita tiene el don de traspasarle a sus platos lo que siente a la hora de cocinarlos, y por mucho que acepte su destino, será a través de sus recetas donde afloren sus sentimientos, y todo aquel que pruebe un bocado, acabará sintiendo lo mismo.»

Como agua para chocolate está compuesta por doce capítulos, cada uno titulado con el nombre de un mes –enero, febrero, marzo…–, y subtitulado con el nombre de un platillo típico mexicano de la época, de principios del siglo XX. Inmediatamente al subtítulo nos encontramos el listado de los ingredientes necesarios para el platillo y en el primer párrafo se describe la preparación y es en la narración de la mezcla de los ingredientes cuando la escritora empieza a divagar, hurgando en los pensamientos y recuerdos para continuar la historia de su tía abuela, Tita de la Garza. Cada mes, cada platillo, resulta representar un hito en la historia de Tita.

Francamente el pasado no ha sido benigno con las mujeres, y no nos referimos a hace muchos siglos, puesto que aún existe represión y en muchos países es absoluta. En el momento en que se escribió Como agua para chocolate, Laura Esquivel todavía no enarbolaba ninguna bandera ideológica, partidista o política, lo cual tampoco significa que sea contraproducente para la escritora, de hecho, es bastante positivo que como mujer intelectual represente los intereses de su país, lo crucial de hace treinta años es que sin que se lo propusiera, su novela fue una crítica a toda tradición que subyugara a la mujer. Podría fácilmente señalarse al machismo implícito en la tradición, pero no es así, Como agua para chocolate es una rebelión en defensa de la individualidad y derecho propio de la mujer por decidir sobre sus sentimientos y acciones. El problema radicaba cuando las madres decidían por sus hijas al igual que sus madres decidieron por ellas, creando un círculo vicioso de cuasi esclavitud. Mamá Elena decidió que Tita debía permanecer soltera y servirle hasta la muerte, cual si fuera una sentencia, al igual como Rosaura, hija mayor de Mamá Elena, quien decidió que su única hija, Esperanza, también debía permanecer soltera para servirle hasta la muerte. Hay otra hija, la hermana de en medio, Gertrudis, quien huye en condiciones sumamente extrañas, cae en una vida poco decorosa y se levanta como una lideresa, este personaje representaba los secretos familiares, aquellos que pueden llevarse a la tumba, pero que inexorablemente siempre son descubiertos por el destino. Como agua para chocolate tiene personajes femeninos fuertes y es sobre ellos que recae la historia, pueda que para el estándar occidental actual los intentos de Tita se juzguen como débiles, pero a principios del siglo XX la mujer debía aceptar su condición y sumisión sin cuestionarla.

«La vida sería mucho más agradable si uno pudiera llevarse a donde quiera que fuera los sabores y olores de la casa materna.»

En la comida, en las recetas, se esconde una costumbre, una tradición de varias generaciones, colmada de sudor y lágrimas. Laura Esquivel exploró una manera diferente de contar una historia de amor a través de los sabores y aromas de antaño, que nos recordará a nuestras abuelas o bisabuelas. Además de hacer del lenguaje los ingredientes para su relato, se apalancó de una tradición familiar para hacerlo memorable. Qué si bien es cierto que habrá detractores que juzguen la obra de Esquivel como demasiado simple y efectista, lo cierto es que no deja de ser cautivadora y conmovedora sin caer en la cursilería. Particularmente considero que la gracia de esta novela está en su sencillez y accesibilidad, porque, aunque aparecen fantasmas y otros fenómenos paranormales, no deja de parecernos, ni por un instante, creíble. Es como escuchar un relato oral, es como sentarnos a platicar con una abuela que recorre los rincones de su mente para presentarnos un lienzo surrealista de su infancia, haciéndola tan vívida al mismo tiempo que difusa, sintiendo su alegría con la respectiva dosis de melancolía.

«El amor no se piensa: se siente o no se siente.»

1 comentario:

  1. "A la mesa y a la cama sólo una vez se llama"

    Cómo ha sucedido con otros libros, he visto primero la película, la cual salió en el año de 1992 por el entonces esposo de la escritora Alfonso Arau, esta película que recibió también grandes reconocimientos logra captar en esencia el punto de vista de la escritora sobre la historia de Tita y su familia, aunque claro como muchos siempre argumentan, "el libro es mejor que la película".

    Qué podríamos agregar a tu análisis? Laura Allende ha sido premiada a lo largo de su carrera por grandes obras como "Tan veloz como el deseo" y "Malinche" entre otras, pero sin lugar a dudas su obra más notable es "Como agua para chocolate" las diferentes reseñas que he visto elogian grandemente esta obra que comienza en el seno de una familia bajo el apellido "De la Garza", donde el matriarcado reina y donde la mujer parece estar ligada a quehaceres de la casa y con las aspiraciones de casarse y tener hijos.

    En un momento donde la revolución mexicana está como protagonista de fondo, en la ciudad de Piedras Negras, Coahuila al norte de México, vemos el nacimiento anticipado de una niña de nombre Tita que incluso nace en una cocina amparada por la gastronomía, los sabores y aromas de la cocina mexicana quiénes se transformarán en parte de su lenguaje para transmitir sus emociones y sentimientos a los demás.

    El libro que tienes de editorial "Suma" lo han elogiado mucho los lectores, ya que este libro tiene una portada mate con colores muy llamativos, pero son sus páginas las que están llenas de creatividad, cada capítulo comienza con una receta y por si fuera poco aparecen utensilios de cocina como; una jarrilla, un cubierto, o una mesa, quién diría que un libro puede evolucionar a tal punto de transformar la lectura y llevarla hasta un momento en donde al leer descubres cómo se prepara o se degusta un platillo típico de la época, en el libro podemos sentir el aroma y el sabor de dichos alimentos, así lo mencionaron varios de los lectores que fueron atrapados inmediatamente por estos detalles, es como crear un plato "de mole" dijo una lectora, tú vas viendo los ingredientes vas deteniendote en cada parte del proceso qué es tan riguroso, tan meticuloso, hasta llegar a un resultado delicioso en el cual casi puedes oler el platillo del mole y hasta sentir la necesidad de ir a comerlo.

    Esto es tan sólo una de las tantas comentarios que los lectores tienen sobre esta obra del realismo mágico que nos trae Allende a nuestras manos, si bien es cierto que no es de la calidad de "Pedro Páramo" o de "Cien años de soledad", los lectores están de acuerdo en que Allende escribe con tal sutileza, con tal benignidad, que atrapa al lector en este ambiente de costumbres, de gastronomía mexicana, de familia, de reglas estrictas, pero también de aspiraciones individuales, de sueños y sobre todo de una búsqueda incesante por encontrar la libertad para amar.

    Algunos dicen que la escritora incluso agregó dos libros más a la historia, de hecho es una trilogía, el siguiente libro se titula "El diario de Tita" y el otro es "Mi negro pasado" pero muchos están de acuerdo en que estos dos libros no le hacen el mérito necesario a "Como agua para chocolate" y creen que el libro ha cerrado perfectamente bien su historia.

    Sea como fuere, no cabe duda que este libro ha marcado a una generación y seguirá marcando la mente y el corazón no sólo de los hombres sino de las mujeres, que buscan ocupar su propio lugar dentro de la sociedad y demostrar que también ellas son parte importante en la familia, en la cultura y en las costumbres.

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