«Los rostros se suavizaron en el resplandor vacilante que el globo de luz difundía por el recinto, a través de escasas partículas limpias de vidrio; el peligro había desaparecido para todos, salvo para Porfirio Cava. Los dados estaban quietos, marcaban tres y uno, su blancura contrastaba con el suelo sucio.»
Mario Vargas Llosa es uno de los escritores que formaron el Boom latinoamericano entre 1960 y 1970, junto a Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Carlos Fuentes, entre otros. Es el único escritor de ese movimiento literario que todavía vive. En 2010 recibió el Premio Nobel de Literatura en un momento en el que muchos creían que padecería el escarnio del argentino Jorge Luis Borges que, merecedor como ninguno de ese galardón, la Academia Sueca se lo negó por haber estrechado la mano de Pinochet. En el caso de Mario Vargas Llosa, fue candidato a la presidencia por el Perú en 1990 y su simpatía por la política liberal no es muy popular en algunos círculos progresistas, afortunadamente sus méritos literarios eran tan grandes que eran inevitables y pasarlos por alto hubiera sido una tragedia para las letras y un demerito para la Academia no reconocerlo.