«En este libro he intentado explicar por qué la economía guatemalteca se encuentra atrapada en una trayectoria de lento y desigual crecimiento, con un Estado encadenado que se ha vuelto parte de los problemas en vez de contribuir a su solución. La economía atrapada y el Estado encadenado son el resultado de tratos sobre la política económica que han sido negocios a lo largo de los años entre élites empresariales y élites políticas.»
Juan Alberto Fuentes Knight es un economista guatemalteco conocido por haber desempeñado el cargo de Ministro de Finanzas Públicas durante el gobierno de Alvaro Colom, aunque la mayor parte de su carrera no la ha dedicado precisamente a la política partidaria nacional sino a la dirección, asesoría y consultorías de oenegés e instituciones como CEPAL. Es hijo de Alberto Fuentes Mohr, también reconocido economista y otrora funcionario y dirigente político de oposición que fuera asesinado en 1979 y cuyo crimen hasta la fecha no ha sido resuelto y quizá quede perpetuamente impune, pues ocurrió entre la maraña de conspiraciones de los años turbios del conflicto bélico interno. Fuentes Knight es padre de Rodrigo Fuentes, un escritor ganador del Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez en 2018.
Fuentes Knigth después de su paso por el gobierno de Álvaro Colom quedó tan afectado por los obstáculos que los políticos deben sortear y la corrupción del sistema que escribió un libro relatando su transitar dentro del Ministerio de Finanzas Públicas. Este libro lo tituló Rendición de cuentas y en él destaca la descripción empírica que hace del funcionamiento del Estado guatemalteco, la carencia de integridad de la mayoría de los políticos y la rancia, ilegítima y ubicua presencia de las oligarquías que mueven los hilos del poder a conveniencia de sus intereses.
Rendición de cuentas es un libro que nos muestra un qué, pero no un cómo ni por qué y es para dar respuesta a estos pendientes que surge La economía atrapada, publicado una década después. Un libro no solo mucho más extenso y ambicioso, sino con un carácter y estilo completamente distinto. Mientras Rendición de cuentas era una crónica que buscaba la objetividad de los hechos, La economía atrapada es una serie de ensayos escritos con métodos académicos y basados en un proceso de investigación formal, en el que no solamente tenemos citas de fuentes documentales, sino la construcción de gráficas y establecimiento de variables que explican determinadas afirmaciones.
Fuentes Knight toma como marco teórico la tesis expuesta en el libro Deals and Development editado por los académicos Lant Pritchett, Kunal Sen y Eric Werker. En este libro se recopila una serie de ensayos y contribuciones de diferentes analistas económicos, sociales y políticos que explican la coyuntura del crecimiento de las diferentes regiones y naciones del mundo, con énfasis en el último cuarto del siglo XX. La tesis establece que la dinámica de la estructura económica es consecuencia de las acciones u omisiones de cuatro actores: los gestores de poder que son los oligarcas tradicionales que tienen vínculos directos o indirectos con los gobiernos de turno y que tienen el control, hasta cierto punto, de las iniciativas del Estado; los exportadores rentistas, que son un grupo de formación relativamente reciente que han logrado afianzar fortunas mediante concesiones y tratos y que en ocasiones están ligados a los gestores de poder por vínculos familiares; los magos, que son un grupo de empresarios que ha formado asociaciones, cámaras o gremios para tener incidencia política; y finalmente está la infantería donde se encuentra todos los empresarios, medianos y pequeños, así como emprendedores y toda la cohorte de comerciantes informales, que triunfan al pulso de su trabajo sin que el Estado intervenga para ayudarlos, aunque probablemente sí para perjudicarlos.
La economía atrapada por su naturaleza es un libro que se apoya en diversas fuentes de carácter académico, la mayoría de ellas ensayos, estudios e investigaciones, los cuales convierten al libro en un documento bastante completo en la información que sostiene, aunque por otra parte reciente un tanto la fluidez y lo hace menos accesible al público. No precisa ser un economista para entender la lectura de la obra, aunque ciertamente su accesibilidad establece un nivel académico mínimo, puesto que la obra de Fuentes Knight se asemeja más a una tesis doctoral.
La economía atrapada se divide en cuatro partes. La primera aborda la economía política de los tratos negociados entre empresarios y políticos, centrándose en los ocurridos durante el siglo XX. Los tratos entre el gobierno y las familias aristocráticas se originan desde la colonia, esto ya lo había abordado Marta Casaús Arzú en su libro Linaje y racismo, por lo que Fuentes Knight define un punto mucho más reciente que sigue esa trazabilidad entre las familias y el gobierno. Fuentes Knight establece que hubo dos generaciones de tratos, los primeros tuvieron que ver más con la tenencia de la tierra y los segundos con la industrialización. El autor resalta la capacitad política de los gestores de poder para negociar nuevos tratos cada vez que le son necesarios. En este capítulo es donde vemos aparecer de forma constante a las familias Castillo, Novella, Herrera, Gutiérrez, Botrán, Vila, Leal, etc. (aunque ese etcétera no es tan largo, pues no son más de veinte familias).
La segunda parte es la más extensa del libro e inicia con el desempeño de la economía informal, o como el autor lo llama, el desempeño de la infantería desprotegida, grupo en el que se encuentra la agricultura familiar y las actividades focales o comunales concernientes a la elaboración de alimentos, el comercio y los servicios. Posteriormente aborda los ramos productivos, comenzando con la caída y auge de los productores y exportadores de azúcar, así como la diversificación de sus fuentes de ingreso. Enseguida pasa con los exportadores rentistas de banano y de palma africana (industria del aceite) y de la reconversión productiva. En la categoría de magos Fuentes Knight identifica en lo relativo a la agricultura a los productores de café, cardamomo y otros productos no tradicionales, en lo que respecta a la industria: los textiles, vestuario y calzado y, en los servicios, se encuentra el turismo y los centros de llamadas call centers. El autor continúa describiendo el papel de otros gestores de poder derivados de los expuestos en el primer capítulo, centrándose en el conglomerado que representa al sector financiero del país, es decir, la banca; también las telecomunicaciones en Guatemala y la producción de energía son otros actores en la gestión del poder. El capítulo concluye con el negocio de la salud como nuevo destino de inversiones, la construcción inmobiliaria y obra pública y el aporte de la inversión extranjera, aunque este última bastante modesto a decir verdad para la coerción que ejerce.
La tercera parte del libro es un estudio que se centra en el trabajo, capital y productividad donde el autor establece la generación absolutamente insuficiente de empleo, la inversión atrapada por la desigualdad y la limitada transformación productiva de una economía como la guatemalteca. Si el capitalismo de este país aplicara las leyes del libre mercado como en los Estados Unidos, habría una distribución de la riqueza mucho más equitativa, no habría barrera para nuevos inversores o emprendedores, tampoco ventajas o privilegios que favorecieran a cierto grupo. América Latina está encapsulada en un capitalismo vertical, donde no es la confianza la que prima en las negociaciones, sino los vínculos con el poder.
La cuarta parte del libro tiene un componente más reflexivo y versa sobre las migraciones y mercados ilícitos como resultado de una economía atrapada. Cuando las personas no tienen oportunidades reales de cambiar sus condiciones de vida, no tienen más remedio que migrar a un país donde haya más probabilidades, aunque esto suponga un riesgo en su seguridad. Así mismo, la desigualdad hace que la mayor parte de la población sea pobre y esto genera un crisol de grupos clandestinos que a la postre no solo acumulan riqueza y poder local, sino también pueden extender su presencia en el gobierno como nuevos actores políticos, situación que ya es una realidad en Guatemala.
La economía atrapada es un libro bien documentado con argumentos sostenidos que como guatemalteco recomiendo, puesto que merece la pena leer y tener muy en cuenta en los espacios democráticos que todavía nos quedan. Ciertamente la realidad que describe es la de un sistema, pero entre más sea el número de personas que sepa como opera y funciona ese sistema, más oportunidades de reformarlo existe. El capitalismo vertical es un riesgo incluso para sí mismo, porque arroja a las masas por un camino contraproducente. Deben crearse las condiciones para que exista esa destrucción creativa de la que habló Joseph Schumpeter. Ninguna empresa o negocio debe prosperar a costa de otros y tampoco con favores del Estado. Si no es capaz de generar valor para la sociedad por medio de productos y servicios que el público tenga opción real a adquirir entre varias alternativas, no tiene razón de ser, no debe existir. Ciertamente mi afirmación resulta muy simplista, pero quizá no cuando se le aprecia con cuidado. El argumento de la mano invisible de Adam Smith presupone que un panadero produce pan por un interés egoísta, el de proveerse de recursos para sí y su familia, no obstante, si el panadero no produce buen pan, no se proveerá de nada, por lo que será otro panadero el que obtenga la ventaja, no por violencia, trato o favor, simplemente porque su pan agrega más valor. Si hay un subsidio, si hay un contrato con el gobierno, si hay una ley que exime de impuesto a cierto sector, si hay otra que impide el ingreso de otros, si no hay leyes para quienes dañan los recursos comunales o naturales, si no hay responsabilidad atribuible ni consecuencias legales, entonces no hay libertades ni capitalismo, sino una economía atrapada.
Siempre concluye con líneas que rescatar y releer de un libro, en este caso es válido para todo el libro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario