«Como el interno de un campo de exterminio que, tras sobrevivir mes a mes, se acostumbra a la situación y observa con indiferencia el espanto de los que acaban de llegar: Que lo observa con el mismo estado de embrutecimiento con que percibe el asesinato y la muerte. Todos los supervivientes que han narrado por escrito sus experiencias hablan de ese embrutecimiento, en el que las funciones de la vida quedan reducidas a su mínima expresión, el comportamiento se vuelve indiferente y desaparecen los escrúpulos, y el gaseo y la cremación se convierten en hechos cotidianos. También los criminales, en sus escasos relatos, presentan las cámaras de gas y los hornos crematorios como su entorno de cada día, y ellos mismos se pintan reducidos a unas pocas funciones, como embrutecidos o embriagados en su falta de escrúpulos y su indiferencia, en su embotamiento.»
Bernhard Schlink es un escritor y jurista alemán, reconocido internacionalmente por su capacidad para abordar con sensibilidad y lucidez las heridas éticas y morales del pasado alemán. Estudió Derecho en Heidelberg y en la Universidad Libre de Berlín, y se desempeñó como juez constitucional en el estado de Renania del Norte-Westfalia, además de ejercer como profesor universitario. Su obra literaria abarca tanto el ensayo como la novela policial, pero alcanzó notoriedad mundial con El lector, publicada en 1995 y con la cuál obtuvo varios premios y reconocimientos. Schlink continúo su carrera literaria con títulos como El regreso y Los colores del adiós, reiterando su estilo sobrio, introspectivo y ético que interpela tanto al lector individual como a la conciencia colectiva, principalmente la alemana.