martes, 14 de julio de 2020

22/11/63 de Stephen King



«Ella me coge la mano como como una mujer en un sueño. Está en un sueño, y yo también. Como todos los dulces sueños, será corto…, pero es la brevedad la que hace la dulzura, ¿no es así? Sí, eso creo. Porque cuando el tiempo ha pasado, nunca lo puedes recuperar.»
22/11/63 es una de las novelas más ambiciosas y probablemente una de las más difíciles de escribir para Stephen King. No solo investigó y consumió mucho material relacionado con el asesinato de John F. Kennedy, sino también visitó Dallas, realizó el recorrido de la limosina presidencial e incluso conoció las instalaciones de ese ominoso depósito de libros, edificio donde se ocultó una de las figuras más infames de Estados Unidos, Lee Harvey Oswald, que desde el sexto nivel realizó los mortales disparos que tuvieron como repercusión el mayor magnicidio del Siglo XX. El esfuerzo realizado por un novelista tan ubérrimo como Stephen King fue una obra extensa, sólida y sobresaliente. La combinación de la historia, el thriller, los misterios y elementos de su propio universo, hacen que 22/11/63 sea fácilmente considerada una de las mejores diez novelas del escritor. Difícil de superar, incluido el final.

La Comisión Warren después de una extensa y urgida investigación determinó que el ciudadano estadounidense, exmarine, comunista y desertor, Lee Harvey Oswald, actuó solo en el asesinato de Kennedy. Nadie más que él sabía ese día lo que pasaría. Lee Harvey Oswald, de apenas veinticuatro años, fue la mente maestra –o desquiciada– y el ejecutor de un crimen que muchos hasta ese momento consideraban imposible y que hasta el día de hoy se publican y tejen cientos de teorías conspirativas. Fue arrestado pocas horas después del crimen. El que Lee Hervey Oswald fuera asesinado a quemarropa un día después de su arresto mientras era conducido y custodiado por las autoridades ha arrojado más sombra que luz para los que buscan la verdad. Oswald nunca confesó el asesinato, de hecho, se declaró inocente. La policía también manipuló inadecuadamente la evidencia, hay videos y fotografías donde tocan el fusil sin guantes, ingresan al depósito de libros en tropel, si había una evidencia forense esta se perdió, adrede o por incompetencia. Lamentablemente no hubo tiempo suficiente para intensificar los interrogatorios y llevar a Oswald a un juicio. Kennedy tenía muchos enemigos, la CIA, el FBI, los rusos y Cuba aparecen como los más comunes. King, después de revisar todos los documentos que, según uno de los personajes que él creó, son tan altos como él, está un 98% seguro de que Oswald actuó solo, e incluso se atrevería a decir que es un 99.5% si le agrega su opinión y olfato.

Si pudiéramos retroceder en el tiempo y pudiéramos cambiar un acontecimiento de la historia ¿cuál sería? Y si precisáramos más, si solo pudiéramos dar un salto atrás en determinado número de años, supongamos que cincuenta años, ¿qué cambiaríamos? ¿Si fuéramos un ciudadano estadounidense salvaríamos a Kennedy? ¿Nos enfrentaríamos a Lee Harvey Oswald para evitar que consumara su crimen? ¿Qué hubiera pasado si Kennedy sobrevive?

La zona muerta, publicada en 1979, es una novela donde Stephen King experimentó con una premisa parecida. En esta oportunidad era un joven que cayó en coma, pero que cuando regresó tenía premoniciones del futuro con solo tocar a las personas. Podía saber lo que una persona haría, fuera para bien o para mal. Tenía un don. En una de esas oportunidades saludó a un político y se dio cuenta de que este llegaría a ser presidente de los Estados Unidos y que además de ser un tirano iniciaría la Tercera Guerra Mundial. Desde entonces este joven con el poder de la premonición sintió la responsabilidad moral de acabar con quien sería el verdugo de la humanidad antes de que fuera demasiado tarde. Antes de que fuera electo presidente. En 22/11/63 el protagonista sabe lo que pasará porque viaja al pasado, del 2011 a 1958, y siente la responsabilidad moral no de matar a un presidente, sino de impedir su asesinato.
«La estupidez es una de las dos cosas que, en retrospectiva, vemos con mayor claridad. La otra son las oportunidades perdidas.»
Esta es una novela que trata de viajes en el tiempo, pero no hay ninguna máquina del tiempo. Es un viaje que se origina en una bodega de comidas en un restaurante de hamburguesas a manera de portal temporal. El origen es un misterio, su aparición fortuita y su uso conocido solo por dos personas. Una de estas personas es el viejo propietario del restaurante, Al Templeton, que está padeciendo la etapa terminal de cáncer de pulmón. Él iba al pasado con frecuencia y principalmente a comprar carne barata y uno que otro utensilio de cocina antes de que se le ocurriera la idea de cambiar el presente. Cómo el tiempo se le acaba por su enfermedad dejó inconclusa una misión altruista, impedir la muerte de JFK. Le confiesa el secreto a un profesor de literatura, Jake Epping, joven, inteligente, divorciado, sin compromisos y de cierta forma un mediocre y fracasado que no tiene nada que perder en las aventuras temporales. Viajar tantas veces al pasado le enseñó a Templeton algunas reglas básicas que le compartió a Epping para que no tuviera que redescubrirlas, la primera es que solo se puede viajar a un día en específico, el nueve de septiembre de 1958. La segunda regla es que puede estar un día, dos meses o cinco años en el pasado, pero que al volver al presente solo han transcurrido dos minutos; sin embargo, biológicamente se han vivido esos años. La tercera regla es que con cada viaje el tiempo se reinicia; se pueden cambiar muchas cosas e impedir otras, pero que si estando en el presente se desea regresar al pasado reutilizando ese pasadizo, todos los cambios hechos antes se deshacen, todo comienza desde cero como si nada hubiera pasado. Esta regla es muy útil porque ayuda con esos embrollos de múltiples viajes para cambiar lo que se hizo en el viaje anterior. La cuarta regla y la más importante es que el tiempo es una fuerza impersonal que no desea ser cambiada y que impedirá que se realicen estos cambios. La resistencia del tiempo será proporcional al cambio que se desea hacer. Impedir una avalancha tendrá también una avalancha de obstáculos. Es como la tercera ley de Newton, toda acción tiene una reacción igual y opuesta.
«El pasado es obstinado. No quiere ser cambiado.»
Jake Epping es el protagonista y narrador de la historia, tiene treinta y seis años y todo lo que pasa lo vemos y sentimos desde su perspectiva. Es un personaje muy bien construido, con dudas y emociones, con algunos defectos derivados de la inmadurez, pero que pese a todo siempre busca hacer lo correcto. Es muy fácil empatizar con él. King tiene un talento para la construcción de personajes y precisamente en esta novela ninguno está en blanco y negro, nadie es acartonado, incluso el propio Lee Harvey Oswald es una figura con un trasfondo perturbador. También hay unos cameos muy especiales y entrañables, el de Beverly March y Richie Tozier. Una buena parte del relato transcurre en Derry y King aprovechó para hacer ese guiño a sus lectores frecuentes. Incluso por allí aparece el payaso, al menos en una referencia.

Es la primera vez que Stephen King aborda los viajes en el tiempo en una de sus novelas. La idea de impedir el asesinato de Kennedy la había concebido en 1972, pero no era el momento para escribir una novela de esas proporciones. En aquel momento no era un escritor famoso, todavía trabajaba como profesor y aun era muy reciente la muerte de JFK, habían transcurrido apenas ocho años y todavía tocaba la sensibilidad de las personas en esa década y que vivieron esos angustiosos momentos.
«El pasado armoniza consigo mismo.»
A pesar de que la novela trate de viajes en el tiempo, esto en realidad es un misterio paranormal usual en las novelas de Stephen King, por lo que clasificarla en ciencia ficción es un error. La novela tiene todas las características de un thriller, principalmente por la carga de suspenso, pero además contiene otros elementos que la hacen parecerse a una distopia y novela histórica alternativa. El romanticismo es poco usual en las novelas de Stephen King, pero la extensión de 22/11/63 permitió que su personaje principal no solo se enamorara del pasado, sino también que encontrara en él el amor. Y debo destacar la forma de abordarlo de King. No hay ningún elemento forzado o que pueda considerase cursi. Las acciones de los personajes son libres y el escenario es como un lienzo. A King siempre se le ha criticado porque no elige buenos finales para sus relatos e historias, él mismo lo acepta y hasta se burla de sí mismo por ese común denominador de una buena parte de sus obras, pero es probable que 22/11/63 tenga uno de los mejores finales en una novela de Stephen King, sino el mejor. Stephen King expresó que el final que dejó en la novela no era el que aparecía en su primer borrador, que fue gracias a su hijo Joseph King –mejor conocido como Joe Hill–, también novelista, que le hizo unas sugerencias, entre ellas el final, las cuales él aprovechó.
«Nunca sabemos en qué vidas influimos, ni cuándo, ni por qué. No lo descubrimos hasta que el futuro devora el presente. Cuando es demasiado tarde.»
Stephen King es un escritor consumado y en 22/11/63 encontramos una de las mejores muestras de calidad narrativa de la literatura norteamericana –porque aunque le pese a muchos, King es uno de esos escritores que después de varios siglos será la referencia de la literatura norteamericana–. King no solo se ha destacado por describir la cultura estadounidense de finales del Siglo XX y principios del Siglo XXI, sino que ahora también fue capaz de hacer un fiel retrato de ese período de cinco años comprendido entre 1958 y 1963 y mostrarnos un Estados Unidos de antaño, con ese estilo de vida más conservador y confiable, pero también con los males sociales de siempre pero más visibles: racismo, machismo y mafias. King menciona que, dado que utilizó la visión de su protagonista, Jake Epping, fue bastante mesurado, pero que en el Dallas de 1963 se ondeaba la bandera confederada muy alto.
«Una retirada a tiempo es una victoria.»

1 comentario:

  1. Siempre he sido aficionado al concepto de la "máquina del tiempo", desde que miraba en la TV de blanco y negro "la Dimensión desconocida" y "Tierra de gigantes" series de los años 70 y luego cuando me encontré con el libro "Operación caballo de Troya" de J.J. Benítez hasta las películas de "Volver al futuro", incluso leí un término en psicología conocido como "máquina del tiempo" que impera en la mente de aquellas personas que quieren cambiar su pasado, por lo que me declaro fan de este concepto, y no me queda más que apuntarla para poder leerla en un futuro cercano, de hecho estaba viendo que en el año de 2016 había salido precisamente con el título de la novela una serie interpretada por el tocayo James Franco, como Jack Epping, habría que buscarla en Netflix o en YouTube para ver qué tan bien adaptada está.

    Consideró que esté sería tal vez uno de los libros que hagan historia, primero por la investigación que se realizó por parte del autor, segundo por la forma en que plasma toda su narrativa, terceeo si a eso le agregas que está basada en un hecho real con un personaje que pertenece a la cultura estadounidense y que enriquece mucho más la obra, y cuarto como bien dices, si esta obra tiene ese final que a muchos les impacta estoy seguro que hará en la biblioteca de Stephen king uno de sus mejores creaciones y para sus lectores una obra digna de admirar, de leer y de tratar de imitar.

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