«Para conocer la inmensidad es preciso tocar sus ínfimos pedazos, sus más sutiles gestos. Nada es coherente. La realidad es una catedral que se levanta al alba con su altar sagrado, mientras en las puertas aún cerradas, un borracho se orina. Nosotros, que nombramos las cosas, andamos perdidos entre lo sublime y lo execrable, y quizá nos convendría saber que más allá de los juicios una inefable benevolencia nos abraza. La vida merece compasión absoluta.»
Carol Zardetto es una escritura guatemalteca reconocida por haber obtenido en 2004 el Premio Centroamericano de Novela Mario Monteforte Toledo precisamente por esta obra, Con Pasión absoluta, que también fue su primera publicación. Es abogada de profesión, ha desempeñado cargos políticos y diplomáticos, y ha sido columnista de opinión en diversos diarios guatemaltecos.
Una de las mejores formas de definir esta obra es como una novela experimental, empezando por el título que la autora lo escribe junto: ConPasión absoluta, en una doble intención de que «pasión» y «compasión» sean dos caras de un mismo concepto. El uso de los recursos literarios es bastante diverso: múltiples voces (primera, segunda y tercera persona) y líneas narrativas, historia discontinua, utilización constante de elipsis y analepsis, combinación entre lo anecdótico y lo epistolar, la ficción y los recursos periodísticos, cápsulas de historia, inmersión en la poesía y prosa, uso de diferentes caracteres (tipo de letra y tamaño, según el sentimiento de lo que se escribe, lo que también lleva a cambiar la forma de redacción, escribiendo sobre márgenes, dejando espacios escalonados, etc.), entre muchos otros más. El jurado que le otorgó el Premio a esta novela dijo: «Con pasión absoluta ofrece un mosaico que abarca varias geografías, épocas y generaciones de mujeres. Resuelta con una arquitectura esférica, la novela lleva al lector a asomarse a una red de tramas narrativas, uno de cuyos ejes es la historia política de Guatemala en el siglo XX. Su estructura y desarrollo se resuelve con belleza poética, intensidad dramática y una alta calidad literaria».
No cabe duda de que Con pasión absoluta es una obra vanguardista y, tal como lo indica el jurado del Premio Mario Monteforte, de mucha calidad literaria; pero al margen de todo eso existe un vacío. Creo que el nombre más apropiado hubiese sido Confusión absoluta, porque es precisamente lo que provoca en el lector. Zardetto al ser tan prolija en los recursos utilizados, paradójicamente se torna desprolija en las historias que jamás terminan de enganchar. El jurado atinó cuando se refirió a la obra como un «mosaico». Los mosaicos son expresiones formadas con piedras de diversos colores y formas que el artista ordena y distribuye para crear una representación que termina pareciendo un decorado pixelado o cubista de un ave, rostro, objeto o lo que la imaginación suponga, aunque nunca es perfecto ni real. El mosaico de Zardetto es el de una novela.
La narradora principal de la obra es Irene que en diferentes tiempos, voces y lugares nos lanza cápsulas de la historia de su familia, principalmente de su mamá a quien llaman la Nena, de su abuela Victoria y de su bisabuela mamá Amparo. También aparecen otros personajes femeninos, sus tías: Ibis, las dos Violetas y Auras, que nos hizo pensar en un inicio que darían para más, pero solo terminaron siendo nombres al olvido que si se omiten no pasa nada. Entre capítulo o segmentos (es que no se si llamarle capítulos) aparecen insertado a veces columnas, a veces notas, la forma siempre es diferentes, narraciones de la historia política de Guatemala que va desde la caída de Jorge Ubico (junio de 1944) hasta los puntos más álgidos del enfrentamiento armado interno (1983), pasando por la Revolución del 44 y la deposición de Ponce Vaides, la elección donde sale vencedor Juan José Arévalo Bermejo, la caída de Jacobo Arbenz, la contrarrevolución orquestada por la CIA, el magnicidio contra Carlos Castillo Armas, la quema de la embajada de España, etc. Todo esto podría haberse omitido completamente porque no contribuye a la historia principal, no tiene relación ni existe un vínculo, y la forma como se presenta es para mostrarle al lector una realidad histórica de Guatemala colmada de corrupción, racismo, clasismo y elitismo; obviamente que cuando llega a la parte de la guerrilla omite algunas cosas o toma una versión o postura que inevitablemente deja ver un sesgo ideológico, quizá sea muy sutil, pero el corazón de Zardetto late en la izquierda. ¿Había necesidad de propaganda política en una novela que supuestamente trataba sobre la opresión de las mujeres en una sociedad machista, conservadora y tradicionalista? Y es que realmente no existe motivo alguno de mencionar a la United Fruit Company, al IRCA, los intereses hemisféricos de Estados Unidos y el papel de su embajador, John. E. Peurifoy. ¿De qué tipo de libro estamos hablando? Con pasión absoluta parecen dos libros intercalados, diferentes y sin vínculos directos.
Entre elipsis y analepsis se pierde información y datos en las tramas que nosotros los lectores creemos como las principales, no queda más que asumir o adivinar lo que pasó antes o después. Esto, al ser repetitivo se torna molesto porque caemos en el terreno de lo inexplicable y el sinsentido. Con el hecho de prestarle un interés indebido a los aspectos políticos como una estructura paralela dentro de la historia, Zardetto extravía el rumbo. No importa que la calidad literaria y creatividad se desborde, pero lo que presenta es un frankenstein, salvo que sin alma y sentimiento. Es de suponer que al ser la primera novela de la autora exista mucho de ella en esta, incluso me atrevería a decir que el personaje de Irene es su alter ego, pero que al momento de haberse dado cuenta de que estaba muy dentro de la historia empezó a marcar distancia al punto de que terminó yéndose de esta completamente dejando vacío y ausencia.
El libro comienza bien, no diré que no. Existe ese deseo de saber por qué la abuela está enferma, por qué la protagonista estaba fuera de Guatemala, por qué tanta distancia y en la familia. ¿Dónde está la madre? ¿Dónde está el padre? ¿Logrará ver a la abuela antes de que muera? Pero pronto todo esto deja de importar un rábano no por decisión del lector, sino por decisión de la escritora. Toda la parte emotiva, dramática, transcurre en un suspiro que si uno pasa la página se lo pierde: compadecemos a Turín, a don Ángel y a Victoria que no tuvieron el desarrollo y conclusión prometida, sin mencionar el resto de los personajes que aparecen y desaparecen sin motivo o explicación. El libro de Ayanta Barilli, Un mar violeta oscuro, tiene una premisa similar: es la historia de tres generaciones de mujeres que han sufrido por machismo, por enfermedad, por buscar su camino; al mismo tiempo Barilli utiliza varios recursos: la narración con diversas voces, diferentes líneas de tiempo y geografía, el género epistolar, las anotaciones en diarios, poemas, canciones, etc., la diferencia es que ella se enfoca en la historia de sus personajes no en la historia de Italia o España. No se pierde en la política agregando un paralelismo histórico de Mussolini o de Franco, que los dictadores, las conspiraciones y las guerras no son exclusivos de Guatemala.
Con pasión absoluta es una obra cuyo título le sugiere al lector que la obra va de mujeres, o al menos una mujer que lucha por un amor imposible y que la guerra interna (o la política conflictiva del país) se ha convertido en ese obstáculo que los ha separado por lo que sea. Pero no, nada de eso. La portada sugerente me recuerda a esa vieja estrategia de marketing «el sexo vende», porque tampoco la portada tiene conexión alguna con lo narrado (y no es que deba tenerlo porque muchos libros tienen portadas completamente incoherentes, después de todo, no las escoge el escritor, sino personeros de la editorial que a veces ni siquiera leyeron el libro). Lo anterior lo menciono porque la novela carece de sinopsis, apenas encontramos el motivo del jurado para otorgar el premio y dos comentarios de otros escritores que no aportan mayor cosa: uno dice que le gustaría probar las simarronas y el otro que bendice la obra de Zardetto (¿WTF?). La obra dice tan poco de sí misma que es necesario recurrir a estos pretextos.
La calidad literaria, repito, es innegable. La orientación vanguardista de la estructura es plausible y debe reconocerse; no obstante, la historia carece de fuerza. Haciendo una analogía: la obra es como un cáliz de oro con soda. Faltó mucho trabajo de edición y muchos años para pulirla y hacerla potable. Como lector no sé qué es lo que está de más, si el tema político o la historia de la protagonista. Deja en qué pensar si acaso en algunos premios literarios pesa más el componente ideológico que la obra en sí misma.
Cierro esta reseña con un aforismo que describe el sentimiento con la obra.
«No se vuelve nunca a lo mismo, ni somos ya los mismos.»
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