«Casi todas las personas religiosas suponen que este planeta es un experimento; en eso se resumen sus creencias. Siempre hay algún dios que fisgonea, que se mete con las esposas de los mercaderes, que entrega tablas de la ley en una montaña, que nos ordena mutilar a nuestros hijos, que nos indica qué palabras podemos decir y cuáles no, que nos hace sentir culpa por el hecho de experimentar un placer. ¿Por qué no nos dejan en paz? Tal grado de intervención proviene de una gran incompetencia. Si Dios no quería que la mujer de Lot se volviera, ¿por qué no la hizo obediente, para que le hiciera caso al marido? O tal vez si no hubiera hecho a Lot tan idiota, quizá la esposa lo habría respetado más. Si Dios es omnipotente y omnisciente, ¿por qué no creó el mundo tal como quería que fuese? ¿Por qué siempre lo está arreglando y quejándose? Si hay algo que la Biblia deja en claro es la chapucería de Dios como fabricante. No sirve para el diseño ni para la ejecución de una obra. Si tuviera que competir con otros, se arruinaría de inmediato.»
Carl Sagan fue un destacado astrónomo, astrofísico y divulgador científico estadounidense, nacido en Brooklyn, Nueva York. Obtuvo su doctorado en Astronomía y Astrofísica en la Universidad de Chicago, donde también completó su formación académica. Sagan inició su carrera en el campo de la ciencia, destacándose en la investigación planetaria y la astrobiología. Su debut como escritor de divulgación científica, Cosmos, fue un éxito tanto literario como televisivo, cuando fue adaptado en una serie documental en 1980. Además de ser una obra fundamental para la educación científica, Sagan fue galardonado con numerosos premios, incluido el Premio Pulitzer por Los dragones del Edén en 1978.