«Durante años, Chester Motors sirvió como base de operaciones de mafiosos pertenecientes al sindicato de transportes y del sector cárnico. Durante algún tiempo, incluso se lo apropió como oficina un policía de narcóticos corrupto que lo utilizó para recolectar los pagos de sus sobornos. A cualquier hora de una jornada laboral, los hombres del vecindario entraban y realizaban llamadas desde un teléfono de pago que había colgado en la pared. A menudo, el teléfono no dejaba de sonar. El padre y los tíos de Arlyne lo oían, pero nadie respondía. Irwing Weiss le había advertido claramente a su hija que no tocara el teléfono.»
Teresa Carpenter es una destacada escritora y periodista estadounidense nacida en Missouri en 1948. Es licenciada en Artes por Graceland University y tiene una maestría de la Universidad de Missouri. Carpenter inició su carrera en el periódico Village Voice, donde ganó el Premio Pulitzer de Reportaje en 1981 por su artículo sobre la muerte de la actriz y modelo Dorothy Stratten. Es autora de varios libros, incluyendo Missing Beauty y The Miss Stone Affair. No toda su obra está traducida, pero en español pueden encontrarse "El regalo del playboy", publicada en 2012, y La chica de la mafia de 1992.
La chica de la mafia, cuyo título original es Mob Girl: A Woman's Life in the Underworld, es una obra de no ficción, una biografía novelada de Arlyne Brickman, una mujer que creció en el Lower East Side de Nueva York y se convirtió en informante del FBI después de pasar años involucrada con la mafia. Pero antes de continuar con la reseña, he aquí la sinopsis:
«Nacida en el seno de una familia disfuncional, Arlyne desde pequeña se vio envuelta en un entorno marcado por la violencia y la delincuencia. Su anhelo por una vida más emocionante y llena de poder la llevó a codearse con mafiosos de bajo nivel, quienes la introdujeron en un mundo de glamour, dinero y peligro. Con astucia y determinación, Arlyne ascendió rápidamente en las filas del crimen organizado, ganándose la confianza y el respeto de jefes de la mafia. Se convirtió en una figura clave en el contrabando de alcohol y drogas y llegó a dirigir su propia banda criminal.»
La lectura de una biografía novelada siempre hace más accesible el conocer a personas que de otra manera resultaría tedioso. Leer una biografía en su sentido más estricto se concentra en hechos y datos planos, donde la narrativa puede volverse árida y técnica. En cambio, una biografía novelada introduce al lector en una trama más rica y empática, permitiendo no solo comprender los eventos que marcaron la vida de la persona, sino también captar la esencia de sus experiencias, emociones y conflictos internos. Esto convierte la lectura en una experiencia más plácida y gratificante, facilitando la inmersión en la historia de vida del protagonista. Ciertamente, lo ideal es leer biografías de personas ilustres que han contribuido significativamente a la humanidad, como Albert Einstein, quien revolucionó la física con su teoría de la relatividad, o Marie Curie, cuyos descubrimientos en el campo de la radioactividad cambiaron el rumbo de la ciencia. También figuras como Winston Churchill, cuyo liderazgo durante la Segunda Guerra Mundial es ampliamente reconocido, o Nelson Mandela, cuya lucha contra el apartheid en Sudáfrica inspiró a millones. Sin embargo, en ocasiones también es beneficioso conocer el otro lado de la moneda: cómo algunas personas han caído en el lado oscuro, en la ruindad, en esas zonas grises al margen de la ley o convirtiéndose directamente en depredadores de la sociedad. Ejemplos de esto pueden ser figuras como Pablo Escobar, cuya vida de crimen y narcotráfico tuvo un impacto enorme en Colombia y en el mundo, o Adolf Hitler, cuyas decisiones llevaron a uno de los periodos más oscuros de la historia moderna. Conocer estas historias nos ofrece una perspectiva más completa de lo que significa ser humano, ayudándonos a entender mejor las complejidades intrínsecas a nuestra propia naturaleza, como es el caso de Arlyne Brickman. La biografía novelada no solo nos informa sobre los eventos de una vida, sino que nos permite conectar emocionalmente con la persona detrás de los hechos, haciendo la lectura no solo instructiva sino también reflexiva, sin importar la calidad moral o ética del sujeto.
La chica de la mafia me recuerda a esos buenos libros de esencia periodística pero con el matiz artístico de la literatura, como A sangre fría de Truman Capote, Quien mató al obispo" de Francisco Goldman, o la biografía novelada en la que se basa la película de Oppenheimer de 2023, escrita por Kai Bird y Martin J. Sherwin, que ganó el Premio Pulitzer. A sangre fría narra el brutal asesinato de una familia en Kansas y la minuciosa investigación que siguió, fusionando el periodismo con una prosa que atrapa al lector en cada página. Quien mató al obispo de Francisco Goldman explora el asesinato del obispo Juan Gerardi en Guatemala, desentrañando una compleja trama de poder y corrupción tras la finalización del conflicto armado. La biografía de Oppenheimer, Prometeo americano: El triunfo y tragedia de J. Robert Oppenheimer, nos lleva a los años de la Segunda Guerra Mundial y la creación de la bomba atómica, ofreciendo un retrato íntimo y complejo del físico que cambió el curso de la historia. Aunque cada una de estas obras aborda historias completamente diferentes a la de Carpenter, comparten la capacidad de sumergir al lector en su narrativa, haciendo que ningún momento, por extenso que sea el libro, parezca largo. Otros ejemplos de biografías noveladas destacadas y similares incluyen La invención de la soledad de Paul Auster, una reflexión profunda sobre la memoria y la paternidad, y El hombre que amaba a los perros de Leonardo Padura, que explora la vida de Ramón Mercader, el asesino de Trotsky, con una riqueza de detalles y una narrativa envolvente que mantienen al lector cautivado de principio a fin. Estas obras nos ofrecen una ventana a conocer vidas extraordinarias, presentadas con una maestría literaria que transforma los hechos en experiencias casi palpables. Teresa Carpenter probablemente sea la menor de todos los escritores mencionados, pero ello no me impide destacar su talento en la prosa narrativa y ponerla en el mismo listado de tan ilustres escritores y grandes obras.
Volviendo al libro, La chica de la mafia, como lo menciona la sinopsis, se trata de la vida de Arlyne Brickman, quien fue una mujer que desafió las convenciones e infiltró el despiadado mundo de la mafia neoyorquina en los años 60. Nació y creció en el Lower East Side, un entorno de pobreza y delincuencia. Las niñas de aquella época pensaban en convertirse en modelos, en actrices o en princesas, pero no era el caso de Arlyne. Desde temprana edad se sintió fascinada por el glamour del crimen organizado, envidiando la vida de Virginia Hill, una mujer de la mafia y novia del peligroso gánster Bugsy Siegel. Su astucia y determinación la llevaron a escalar rápidamente en los bajos mundos, participando en actividades como el contrabando y liderando su propia banda criminal. Ganó la confianza de figuras clave como John Gotti y Anthony Scarpacci, pero su vida estuvo marcada por peligros, traiciones y violencia. Las relaciones con mafiosos como Joe Gallo y Carmine Persico fueron tormentosas y abusivas, lo que la llevó a cuestionar su lugar en ese mundo hostil y terminar convirtiéndose en una informante. La historia de Arlyne, llena de ambición, supervivencia y sacrificios, inspiró a Teresa Carpenter y ha sido objeto de documentales y artículos periodísticos. Su vida es un testimonio del costo de perseguir un sueño sin importar nada, demostrando que las mujeres también podían jugar un papel protagónico tan sucio como vil en un mundo criminal dominado por hombres.
En La chica de la mafia, Teresa Carpenter emplea un estilo narrativo que aúna la precisión del periodismo con la profundidad de una novela bien estructurada. Su escritura, caracterizada por una meticulosa atención a los detalles, permite una inmersión total en la vida de Arlyne Brickman. Carpenter utiliza descripciones vívidas y una narrativa fluida que mantiene al lector enganchado de principio a fin, tal como lo haría una novela con capítulos bien distribuidos y estructurados que, al finalizarlos, invitaran inmediatamente a continuar con el próximo. La autora desarrolla personajes complejos y ofrece una visión íntima del mundo del crimen organizado, explorando no solo los hechos sino también las motivaciones y emociones de Brickman. A través de diálogos realistas, que en parte pueden estar aderezados por la ficción, y un ritmo narrativo bien medido, Carpenter logra humanizar a sus personajes, presentándolos de manera multifacética. La narrativa es accesible pero rica en matices, facilitando la comprensión de los eventos sin sacrificar la profundidad del análisis. La chica de la mafia se distingue por su habilidad para equilibrar el rigor de la investigación periodística con una narrativa tan convincente como atrapante, haciendo que la historia de Arlyne Brickman no solo sea informativa sino también profundamente cautivadora.
Leer La chica de la mafia de Teresa Carpenter es una experiencia que trasciende la mera narración de hechos y se convierte en un descenso en el complejo mundo del crimen organizado desde una perspectiva única y rara vez explorada: la de una mujer. A través de la vida de Arlyne Brickman, Carpenter ofrece una visión íntima y detallada de los entresijos de la mafia neoyorquina, revelando no solo los actos criminales, sino también las motivaciones, emociones y conflictos internos de sus protagonistas.
La lectura de La chica de la mafia es cruda y perturbadora, especialmente al describir cómo Arlyne Brickman fue violada y se vio forzada a convertirse en amante de sicarios y mafiosos para defenderse o encontrar protección. Para Arlyne, el sexo se convirtió en una moneda de cambio, una herramienta de supervivencia en un entorno donde el crimen y la violencia eran el estándar. Esta normalización del horror y la brutalidad hace difícil sentir empatía por la protagonista. A pesar de los esfuerzos de Carpenter por suavizar ciertos aspectos de la historia, no se pueden ignorar los episodios extremadamente duros protagonizados por Arlyne. Quizá lo más complicado de asimilar es la relación con su hija, a quien literalmente descarriló, proyectando sobre ella otro ciclo de abuso y manipulación.
A pesar de lo que pueda esperarse de un libro escrito por una mujer y protagonizado por una, La chica de la mafia de Teresa Carpenter no es un libro feminista y está muy lejos de ser una reivindicación del género. Arlyne Brickman nació en una familia no tan diferente a la de muchas chicas, quizá sin muchos recursos, pero el camino a la perdición lo escogió ella misma, inspirada por la figura de Virginia Hill. Arlyne, fascinada por el glamour y el poder del crimen organizado, decidió adentrarse en ese mundo por voluntad propia; quería ser mafiosa y lo fue. Si al lector le gustan libros sobre mafiosos, como los escritos por Mario Puzo, incluyendo El Padrino o El siciliano o las obras de autores como Roberto Saviano, que aborda las mafias italianas en Gomorra seguramente encontrará este libro fascinante.
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