lunes, 15 de mayo de 2023

EL FUTURO RECORDADO de Irene Vallejo

 

«El viento es el embajador de lo invisible. Nos azota, nos despeina, nos inclina, nos lanza arena a los ojos, pero escapa a nuestra mirada. Bajo sus soplos, un universo quieto se pone en movimiento. Los habitantes de regiones ventosas sabemos de su espíritu fantasmal cuando crujen los árboles de la calle, vibran las ventanas como temblando de miedo, se escuchan gemidos bajo las puertas y los portazos suenan como disparos.»

Irene Vallejo es una escritora española reconocida mundialmente por su libro El infinito en un junco, el cual ha sido traducido a más de treinta idiomas y ha ganado más de una decena de premios, entre los que se destaca el Premio Nacional de Ensayo en 2020. Vallejo es profesora de filología, graduada de las Universidades de Zaragoza y Florencia. Su obra principal es, en esencia, una divulgación del origen y la historia de los libros, aunque también ha incursionado en la ficción con obras como "La luz sepultada" y El silbido del arquero.

El futuro recordado, publicado en 2020, es una cautivadora colección de 132 ensayos breves, cuya extensión media se limita a una página, aunque algunos llegan a dos. Estos ensayos son considerablemente más cortos que una columna o un artículo típico de un diario o revista. La clave de la obra radica en la concisión con la que Irene Vallejo aborda cada tema. Comienza con una cápsula histórica, que evoca la antigüedad griega, egipcia o romana, y luego la contrasta con una preocupación o tema contemporáneo, para finalmente enfatizar la ciclicidad del pasado y cómo este vuelve a resaltar cuestiones presentes. A través de esta brillante estructura, Vallejo nos invita a reflexionar sobre la continuidad de los patrones humanos a lo largo de la historia y a reconocer la relevancia del pasado en nuestra comprensión del presente y el futuro.

La prosa de Irene Vallejo destaca por su directa y elegante expresión, su sencillez elocuente y su accesibilidad culta. Su obra El infinito en un junco dejó en claro su vasto conocimiento y fascinación por la historia y la literatura. Sin embargo, durante la investigación para este ensayo, se encontró con una abundancia de material documental que podría sostener no solo otro libro de igual magnitud, sino también pequeñas reflexiones. Estas reflexiones, al raspar la superficie del pasado, explican su resonancia en otros acontecimientos y pueden incluso esbozar un futuro del cual tal vez no seamos meros espectadores, sino un elemento que ha contribuido a su formación. Con un estilo que se aleja de lo académico y se acerca más a la narrativa literaria, Irene Vallejo nos invita a adentrarnos en estas reflexiones y a comprender cómo nuestro pasado influye en el destino que nos aguarda.

Bajo la perspectiva de la historia, los mitos, las leyendas y los personajes cuyos nombres resuenan aún después de milenios, nos percatamos de nuestra propia efimeridad. En esta breve ventana de unas pocas décadas de vida y consciencia, nos enfrentamos a la realidad de que nuestras aspiraciones de eternidad son meras quimeras, entelequia. Así, somos testigos de nuestra propia tragedia, de la fugacidad de nuestros sueños y esperanzas, mientras el telón de la existencia se despliega ante nuestros ojos, revelando la brevedad de nuestra experiencia en el vasto escenario de la historia de la humanidad, sin mencionar que esta es apenas un instante en el universo.

La memoria colectiva es, en todo caso, un concepto cuestionable. Basta una dictadura para quemar todos los libros, reescribir la historia y moldear la verdad según convenga al líder o monarca de turno. La distopía descrita por George Orwell en su novela 1984 no parece del todo ficticia, sino que más bien se vislumbra como una realidad cruda en algunos lugares y de manera más sutil en otros. Basta examinar cómo una generación adopta ciegamente ideas que la generación anterior descartó por su inutilidad.  Por ejemplo, a pesar de que el marxismo se ha demostrado inviable y de que la Unión Soviética colapsó, dejando al descubierto todas sus atrocidades, todavía existen muchas personas, incluso destacados intelectuales, que abrazan la bandera del socialismo como una alternativa para una sociedad más justa. El fanatismo religioso de la Edad Oscura, del Medioevo, guarda una sorprendente similitud con el actual fanatismo islámico en el Medio Oriente. La ingenuidad y la ignorancia, palabras que si bien suenan similares o se confunden como sinónimos, expresan conceptos diferentes que se mantienen como constantes en las sociedades y en la historia, reflejan la propensión humana a aferrarse a ideas erróneas y a dejarse llevar por fervores extremos. A pesar de los avances y el acceso a información, seguimos repitiendo los mismos errores una y otra vez, olvidando las lecciones del pasado y perpetuando ciclos de ignorancia y desinformación.

Una sociedad culta y avanzada no está exenta de colapsos. La antigua civilización griega, con sus destacados matemáticos y filósofos, sus avances científicos y su rica cultura, sucumbió ante la dominación de Roma. Aunque es cierto que Roma adoptó lo mejor de la herencia griega, siglos más tarde también cayó, fragmentada y agotada, ante la llegada de los bárbaros. A menudo creemos que el concepto de república es algo contemporáneo, cuando en realidad, hace miles de años, se debatía sobre cómo deberían ser los gobiernos, quiénes deberían gobernar y qué límites deberían tener. Es un recordatorio de que los dilemas políticos y las búsquedas de sistemas justos y equitativos son cuestiones que han ocupado a las sociedades a lo largo de la historia.

Poco puedo agregar sobre este libro de Irene Vallejo, ya que al tratarse de una colección de ensayos, sería difícil y extenso hablar de cada uno. Sin embargo, puedo afirmar que es una obra notablemente pulida y que resulta sumamente placentera de leer. A través de los ojos de Irene Vallejo, contemplamos civilizaciones y culturas que existieron hace milenios, reconociendo que nuestra sociedad occidental se nutre de la misma fuente. No debemos olvidar el pasado ni a aquellos que estuvieron allí, simplemente porque no contaban con las comodidades que nosotros tenemos hoy en día. De hecho, es probable que todas estas comodidades que contribuyen a mejorar nuestras expectativas de vida también nos cieguen, impidiéndonos ver que podríamos estar al borde del colapso de lo que actualmente concebimos como eterno. Quizás las distopías de robots e inteligencia artificial se entrelacen con un retroceso en la calidad del pensamiento y, como consecuencia, con la libertad de cada individuo. Es importante reflexionar sobre estas posibilidades y estar atentos a los cambios que puedan afectar nuestra existencia en un futuro cercano.

El futuro recordado es un oxímoron. «Futuro» y «recuerdo» son ideas contradictorias. No se puede recordar algo que aún no ha sucedido, pero sí podemos reflexionar sobre el pasado y sus ciclos para imaginar, e incluso predecir, hacia dónde nos dirigimos en el futuro.

Irene Vallejo no deja de sorprender, y su obra El futuro recordado es un claro ejemplo de su talento y erudición. Sin pretensiones excesivas, nos sumerge en un universo de conocimiento y reflexiones que nos invitan a seguir de cerca su trayectoria como escritora. Para concluir, quiero compartir algunas líneas que he rescatado durante la lectura, ya que merecen ser leídas y releídas. Son fragmentos que capturan la esencia de la obra y nos invitan a sumergirnos en su profundidad y riqueza.

«Un final es siempre el lugar donde algo empieza.»

«La sed de beneficios puede convertirse en maleficio.»

«Cuando el poder pierde los estribos, lo épico termina por resultar patético.»

«La clave de la sabiduría consiste en admitir cuánto queda por aprender.»

«Soliviantada por la prisa, la mente es menos sutil, menos eficaz, menos certera.»

«En la era del interregno, solo dura lo interino.»

«Puede haber amor donde no hay belleza y que puede haber belleza donde no hay juventud.»

«El rostro más sombrío del poder nos amenaza cuando los que mandan se desmandan.»

«La selección ha favorecido a lo más aptos para sobrevivir, no a los más propensos a ser felices.»

«La incompetencia del mediocre le impide darse cuenta de su ausencia de habilidad o reconocerla en otros.»

«La ignorancia crea más seguridades que el conocimiento.»

«A veces se necesita olvidar algo para recordar mejor.»

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