miércoles, 2 de agosto de 2023

BREVE HISTORIA DE MI VIDA de Stephen Hawking

«Nací el 8 de enero de 1942, exactamente trescientos años después de la muerte de Galileo. Calculo que aquel día nacieron unos doscientos mil niños más, no sé si alguno de ellos más adelante se interesó por la astronomía. Nací en Oxford, aunque mis padres vivían en Londres. La causa fue que durante la segunda guerra mundial los alemanes habían pactado que no iban a bombardear Oxford y Cambridge y a cambio los británicos no bombardearían Heidelberg y Gotinga. Es una lástima que ese tipo de acuerdos civilizados no se extendieran a otras ciudades.»

Stephen Hawking fue uno de los científicos más importantes de nuestra era. A pesar de no haber ganado el Premio Nobel de Física o cualquier otro, sus contribuciones a la física y la cosmología son un legado para la humanidad. Su padecimiento no limitó nunca la capacidad de su cerebro, ni la energía de su espíritu, y mantuvo una inspiradora motivación por resolver las incógnitas del Universo. A pesar de que las personas con esclerosis lateral amiotrófica tienen una esperanza de vida de entre dos y cinco años después del diagnóstico, Hawking soportó la enfermedad durante 55 años, tiempo en el que publicó decenas de libros de divulgación científica y ofreció cientos de conferencias en universidades de todos los continentes. Recibió numerosos premios y reconocimientos académicos y científicos, y tuvo encuentros con líderes mundiales. También experimentó la gravedad cero en los límites de la atmósfera terrestre y, además de todo esto, disfrutó de una vida familiar plena siendo hijo, hermano, esposo, padre y abuelo.

En 1988, Hawking publicó el libro Breve historia del tiempo: del Big Bang a los agujeros negros, una obra de divulgación científica que se convirtió en uno de los más leídos en el mundo. Para quienes no somos astrofísicos, físicos de partículas o astrónomos, este libro significó un revelador acercamiento a la ciencia, ya que Hawking logró explicar complicadas teorías sin recurrir a complejos cálculos matemáticos para fundamentar sus afirmaciones. El único científico anterior a Hawking capaz de transmitir la cosmología con similar didáctica y pedagogía fue Carl Sagan, aunque hay diferencias notables en sus estilos. Sagan, conocido por su prosa y discurso más accesibles, empleaba metáforas y analogías para explicar conceptos complejos de manera comprensible para el público general. En cambio, Stephen Hawking era más directo y técnico en su comunicación, aunque también buscaba hacer sus ideas accesibles a un amplio público. Es importante reconocer que las dificultades físicas de Hawking influyeron en su estilo de comunicación, ya que escribía a través de un ordenador con los labios y letra a letra. En cualquier caso, el mundo necesita conocer la ciencia verdadera a través de científicos reales, y tanto Sagan como Hawking fueron fundamentales en ese aspecto. A pesar de que hoy existen otros científicos divulgadores muy buenos, Sagan y Hawking destacaban por su carisma y liderazgo, atrayendo a personas de todas las generaciones: niños, jóvenes, ancianos. Hoy, la ciencia extraña la presencia de estos grandes divulgadores, no porque falten otros científicos que comuniquen, sino porque Sagan y Hawking eran como estrellas que tenían una gravedad capaz de cautivar a todos en sus órbitas.

Breve historia del tiempo es un libro impresionante que, a pesar de su extensión modesta, se atreve a contar casi catorce mil millones de años de la historia del Universo conocido. Pero no todos los universos están sobre nosotros; la mente de Hawking también es un universo digno de conocerse, y en 2013, a sus 71 años, Hawking publicó Breve historia de mi vida, donde nos abrió la puerta de su hogar y conocimos a su familia, su infancia y su vida. Es lamentable que la palabra breve sea tan literal, pues un hombre como Hawking ha vivido en una sola vida lo que para muchos serían milenios. En un universo paralelo, un Hawking sin esclerosis lateral amiotrófica, probablemente escribió dos mil páginas de su vida, quizá en otro universo paralelo, sin tanta suerte, Hawking no vivió tanto como para publicar nada. En cualquier caso, lo breve es un común denominador del ser humano, de la vida en general, la diferencia es que tenemos consciencia de lo efímero que resulta todo esto.

En lo personal, tenía como referencia de la vida de Hawking la película La teoría del todo de 2014, dirigida por James Marsh que estaba basada en la autobiografía de Jane Hawking, la primera esposa del astrofísico. Sin embargo, debo decir que no es del todo precisa ni justa con Hawking, sin reprochar a Jane, por supuesto. Las biopics y las autobiografías ofrecen perspectivas particulares. Hawking no es un sentimental, y comprendo su enfoque al vivir consciente de que cada día es un regalo y una oportunidad limitada, con fuerzas dirigidas a metas específicas.

Breve historia de mi vida captura momentos representativos en fotografías que transforman lo narrado que en ocasiones es directo y frío, pero en imágenes se convierten en memorias cálidas de un ayer entrañable. Cinco años después de la publicación de este libro, Hawking murió, y cinco años después de su muerte, lo leo. Una coincidencia que no quería dejar pasar.

Gran parte de las publicaciones de Hawking abren con un título breve, quizás porque el tiempo es limitado y no hay espacio para rodeos. En el cielo, vemos la luz de estrellas que brillan intensamente, aunque quizás hace miles o millones de años que se apagaron. El Universo es tan amplio y antiguo que fijarse en los obstáculos no contribuye a conocerlo mejor. Hawking existió y vivió en el tiempo correcto. Aunque no como hubiera querido, finalmente alcanzó los logros que anhelaba. Su limitación fue grande, pero su espíritu fue más fuerte.

Un libro recomendable sin duda, con frases que valen la pena leer y releer. Para cerrar, algunas de ellas:

«Cuando uno se enfrenta a la posibilidad de una muerte temprana se da cuenta de que la vida vale la pena y de que quieres hacer muchas cosas.»

«La condición de la ausencia de límites es la clave de la creación, la razón por la cual estamos aquí.»

«Creo que los discapacitados deberían concentrarse en las cosas que su discapacidad no les impida hacer y no lamentarse por las que no puedan hacer.»

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