jueves, 7 de mayo de 2020

AFRICANUS, EL HIJO DEL CÓNSUL de Santiago Posteguillo


«Aníbal sostenía entre sus dedos los dados con los que tropezó unos días antes. La vida y la muerte, una extraña partida. Pensó en tirar los dados al suelo y ver qué números salían, pero se lo pensó mejor y no lo hizo.»
Publio Cornelio Escipión, mejor conocido como Africanus, fue uno de los mejores estrategas militares de la república romana. Solo Julio Cesar pudo superarle casi dos siglos después. Cuando Roma estaba en medio de la segunda guerra púnica no era un imperio ni la nación más grande o temible. Existía riesgo de que Roma sucumbiera ante Cartago. Aníbal había llevado sus ejércitos a las puertas de Roma y le faltó poco menos que decisión y determinación para someter definitivamente a su enemigo. Escipión construyó su nombre y reputación al hacer frente a los ejércitos de Cartago y finalmente derrotar a Aníbal.

Africanus, el hijo del cónsul es el primer libro de la trilogía que trata sobre Publio Cornelio Escipión, el Africano. Abarca desde su nacimiento en el año 236 a.C. hasta su muerte en el año 183 a. C.  Y dada la importancia y participación histórica y política de este personaje, hay mucho que contar. El escritor que se puso el reto de abordar la historia y contarla con mucha propiedad, seriedad y fluidez fue Santiago Posteguillo que hasta ese momento no era conocido en el mundo literario. Africano, el hijo del cónsul pronto se convirtió en un fenómeno de ventas y un referente de la novela histórica, especialmente de la Roma preimperial.
«Con el miedo se pueden conseguir muchas cosas, se puede conseguir todo. El miedo en la gente, hábilmente gestionado, puede darte el poder absoluto.»
Santiago Posteguillo actualmente es uno de los escritores más importantes de novela histórica en el mundo. En un momento empecé a compararlo con Colleen McCullough por eso de enfocarse a personajes romanos, después con Simon Scarrow por la narrativa entretenida, pero finalmente por su estilo más descriptivo y con respeto académico me ha recordado más a Robert Graves, quien fue el pope de la novela histórica de Roma y un erudito de la dinastía Julio-Claudia. Posteguillo es un académico en filología y lingüística, incluso tiene un doctorado. Sus novelas las aborda cual si fueran tesis, realizando un trabajo investigativo sorprendente. Toda información la documenta y cita sus fuentes en una extensa bibliografía. Si bien inserta algunos personajes ficticios, los mismos no se sienten forzados y tienden a ser elementos necesarios para darle una tridimensionalidad a la trama y mostrar en ellos el reflejo del carácter de los personajes históricos.

La trilogía de Escipión la componen: Africanos, el hijo del cónsul, Las legiones malditas y La traición de Roma. Cada novela abarca una etapa de la vida de este general romano. Estas novelas revisten de épica, heroísmo y tragedia, pero también tienen un componente político y social que le suma intriga, conspiraciones y traiciones. Las tradiciones y costumbres romanas se presentan tal cual son, sin suavizarlas, no se altera nada favor a del relato. 

La sinopsis del primer libro de la trilogía parece más una introducción, aquí os la dejo:
«A finales del siglo III a. C., Roma se encontraba al borde de la destrucción total, a punto de ser aniquilada por los ejércitos cartagineses al mando de uno de los mejores estrategas militares de todos los tiempos:  Aníbal. Su alianza con Filipo V de Macedonia, que pretendía la aniquilación de Roma como Estado y el reparto del mundo conocido entre las potencias de Cartago y Macedonia, constituía una fuerza imparable que, de haber conseguido sus objetivos, habría determinado para siempre el devenir de Occidente. Pero el azar y la fortuna intervinieron para que las cosas fueran de otro modo. Pocos años antes del estallido del más cruento conflicto bélico que se hubiera vivido en Roma, nació un niño que estaba destinado a cambiar el curso de la historia: Publio Cornelio Escipión.»
Aprecio la deferencia y consideraciones que Posteguillo tiene con el lector. La cantidad de tiempo y áreas geográficas que abarca hace que las interacciones e interrelaciones de los personajes centrales se vuelvan mucho más complejas a medida que la narración avanza. Un libro de esta extensión no es para una tarde, por lo que una guía de personajes se hace muy necesaria. Muchos libros incluso más grandes no tienen nada de esto, afortunadamente Posteguillo nos ofrece una guía muy ordenada y estructurada donde lista los personajes centrales y secundarios agrupándolos de acuerdo con una familia, un ejército, un pueblo o cualquier otra categoría alineada al relato. Nos brinda un árbol genealógico de la familia Cornelia y por supuesto, el muy útil glosario con definiciones explicativas que realmente aclaran nuestras dudas sobre determinados términos utilizados en la narración (herramientas, armas, vestimentas, dioses, tradiciones, etc.). En los apéndices también nos encontramos con mapas y la diagramación de la estrategia de las batallas.
«La más grande de las victorias se construye sobre muchas derrotas previas.»
Toda la trilogía de Escipión tiene al menos cuatro líneas narrativas importantes. La principal es la de Escipión; la segunda es la de Aníbal Barca, el general cartaginés que aterrorizó a los romanos; la tercera pertenece a Quinto Fabio Máximo, un gran político y orador romano, cinco veces cónsul, dos veces dictador, una vez censor y el verdadero antagonista de Escipión; y la cuarta corresponde a Tito Macio Plauto quien nos aleja de los conflictos bélicos y conspiraciones políticas para acercarnos a las peripecias y miserias de un romano libre, pero pobre. Eventualmente esta línea narrativa terminará cruzándose con la de Escipión y en ella también veremos el ascenso de un escritor, brindándonos entremeses de escenas teatrales.
«Una batalla se puede ganar con el corazón, pero una guerra sólo se gana con la cabeza.»
La trilogía de Escipión es una sola historia, por lo que mucho de lo que comenté en este post aplica para todas las entregas. En “Africanus, el hijo del cónsul vemos el ascenso de Publio Cornelio Escipión. Las características que desarrolla el personaje lo perfilan con el arquetipo de un héroe. Se crea una leyenda viva. Publio Cornelio Escipión perteneció a una de las familias políticamente más importantes de Roma, su abuelo y su padre fueron cónsules, además que tenían sillas permanentes en el senado. Paralelamente también tenemos el ascenso de Aníbal Barca en Hispania, un hombre que forja su nombre en un contexto diferente, con sangre y acero, con inteligencia y fuerza. La épica del libro se concentra principalmente en los relatos de las grandes batallas. Posteguillo narra el asedio y caída de Sagunto a favor de los cartagineses, también la batalle de Tesino donde nuevamente Aníbal obtiene la victoria. En la batalla de Tesino es donde el joven Publio empieza a ganar notoriedad al salvar a su padre de la muerte inminente. También tenemos la batalla de Trasimeno y el asedio de Tarento. Pero son dos grandes sucesos los que definen tanto a Publio como a Aníbal. Para Publio fue el asedio y victoria sobre Cartago Nova, una fortaleza que se consideraba imposible de conquistar. Y para Aníbal fue la victoria en la batalla de Cannae, que es considerada la más grande de las derrotas de la historia romana. Aníbal con un número inferior de soldados, casi la mitad, después de haber cruzado los Alpes y en suelo romano, logró derrotar a dos grandes y veteranos generales romanos, Emilio Paulo y Terencio Varrón.

Santiago Posteguillo nos ofrece una obra muy ambiciosa que se disfruta. Muy recomendable.
«La soberbia y el orgullo son malas consejeras.»

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