«Si uno pertenece al lugar donde están enterrados sus muertos, cuál de todos sería ahora el mío. Solo podemos sepultar a alguien cuando hay paz y justicia. Nosotros no teníamos ni una cosa ni la otra. Por eso no llegaba el descanso, mucho menos el perdón.»
Karina Sainz Borgo es venezolana, radicada en España poco antes del comienzo del régimen dictatorial de la revolución bolivariana. Es una periodista con enfoque a la cultura y ha escrito varios libros a fines a su carrera; pero con La hija de la española incursionó en la ficción narrativa, un primer paso que impresiona por el talento que desbordan sus páginas y su capacidad para atrapar al lector en una historia mustia, emotiva y trágica. Claramente no es un libro que se haya escrito por la inercia de una idea o inspiración, sino que cada elemento fue cuidadosamente planificado y editado.
La sinopsis de la novela es la siguiente:
«Adelaida Falcón, una maestra caraqueña, fallece tras una larga enfermedad. Su hija Adelaida, de treinta y ocho años, no tiene a nadie y vive en una ciudad donde la violencia marca el ritmo diario de la existencia. Poco tiempo después del entierro, encuentra su casa tomada por un grupo de mujeres a las órdenes de la Mariscala. Llama a la puerta de su vecina sin hallar respuesta: Aurora Peralta, a quien todos llaman «la hija de la española», ha muerto. En la mesa del salón, una carta le comunica la concesión del pasaporte español: un salvoconducto para huir del infierno».
Karina, en una entrevista, indicó que eligió cómo personaje principal a una mujer en la mitad de sus treinta (quizá tal vez más cerca de los cuarenta) porque en ese momento de la vida debería estar triunfando en su carrera y no sumida en la miseria de la incertidumbre por el gris mañana. Generalmente tramas similares eligen a un joven, un hombre, de no más de veinte, casi un adolescente o un niño, y lo llevan por un difícil recorrido que redime todas las peripecias pasadas. Así mismo, la figura de la madre muerta y los recuerdos que desbordan melancolía y saben a un pasado mejor, son una representación a Venezuela que, de una mala democracia, con defectos, pero al fin democracia, muere como república y pasa a ser un régimen, una cruel y absurda dictadura. En lo personal, considero que la racionalización de algunos elementos que caracterizan esta novela son justificados posteriormente a su elección. El personaje principal tiene casi la misma edad que la escritora, y hasta la misma profesión. Incluso que el escape sea a través de la usurpación de una identidad española me sabe también a la característica de la doble nacionalidad de la autora y su añoranza de querer volver a una patria, pero no a la marchita Venezuela de hoy, sino a la Venezuela de sus recuerdos.
La novela está escrita en primera persona, los capítulos por lo general son cortos e incluso la novela tampoco es muy extensa. Busca retratar las emociones, pensamientos y lucha de Adelaida Falcón, una mujer que lo ha perdido todo, la desesperación la invade, todo su pasado le fue arrebatado, su futuro podría acabar el día siguiente. Una gran novela que no necesita de muchos escenarios, de muchas locaciones o de una gran variedad de personajes para brillar.
Pese a que sea ficción, al menos la historia del personaje principal, todo el trasfondo donde se ve atrapada no lo parece, de hecho, no lo es. La impresión es que son el conjunto de vivencias de amigos de la escritora que aún están en Venezuela o que han escapado (porque hay venezolanos en todo el mundo). Venezuela es un caos donde el régimen ha logrado socavar la libertad y el espíritu del individuo. Los únicos venezolanos que pueden estar felices con esa forma de gobierno son aquellos que se benefician por la violencia y agresión, que son parte del régimen. Increíblemente aún hay personas en otros países que elogian el chavismo y ven a Maduro como un líder, que desvaloran y hasta niegan la información expuesta por los principales medios noticiosos del mundo, aduciendo que estos están a favor del imperialismo. Tal como lo dijo Einstein, tanto el Universo como la estupidez no tienen límites.
La hija de la española es una novela que destila autenticidad y actualidad. Que nos hace inmediatamente empatizar. Como lo sugerí antes, es una novela que toca una vena de emociones, imposible quedar impávidos. Y si sumamos a ello una calidad narrativa, muy cuidadosa, inteligente, que nos hace recordar a los mejores escritores latinoamericanos, tendremos una pequeña joya literaria entre nuestras manos que ovacionaremos tras su lectura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario