viernes, 10 de abril de 2020

EL CHEF FURIOSO de Anthony Warner


«Cuanto más progresa la economía más se infantilizan los ideales físicos de la mujer, en lo que parece ser un temor a la fertilidad y a la feminidad. Los medios de comunicación también tienden a vender como positiva la plasticidad del cuerpo de la mujer y muestran cómo se le puede dar forma a través del control para que encaje en cualquier ideal, lo que sugiere que cualquier imperfección es fruto de un fallo en la personalidad y el carácter. Es tan irónico… cuanto más individualistas se vuelven las sociedades, más crece el deseo de encajar en el modelo y cumplir con sus expectativas, ya sea con dieta, ejercicios o cirugía.»
Estamos en una época en la historia de la humanidad donde por primera vez muere más gente por padecimientos relacionados al sobrepeso que de hambrunas. Desde 1975 los índices de obesidad mundial se han triplicado. Hoy más del 40% de los habitantes de este planeta tiene sobrepeso y casi un 15% se encuentran en un cuadro de obesidad. No es casual que con este escenario exista un aluvión de dietas de todo tipo. El internet también facilita para que muchos pseudonutriólogos compartan fórmulas mágicas para perder peso.  Pero ¿Qué consecuencia trae seguir una dieta? ¿Qué dieta es la mejor?

Anthony Warner es un chef profesional, pero también es un científico. Posee un título de bioquímica por la Universidad de Manchester. Es a menudo colaborador de las revistas New Scientist y The Pool. Como escritor empezó su carrera siendo bloguero, donde ganó mucha notoriedad y el pseudónimo de chef furioso título con el que nombra su primer libro.
«Sin un proceso constante que cuestione hasta las mejores ideas no hay progreso científico.»
El chef furioso es un libro que aborda el problema de las dietas milagrosas, desmitificando los supuestos resultados o beneficios y proponiendo una visión crítica de evaluación de los alimentos. Esas dietas de moda que prometen desintoxicar el cuerpo, bajar cinco kilos en una semana o reparar daños en órganos como el corazón, páncreas o riñones, según Warner, no son más que patrañas.

Quién no ha escuchado hablar de dietas sin gluten, dietas detox, dietas paelo, de la toronja, sin carbohidratos, sin grasas, etc. Y aparte de ello, quién no ha comprado o ha tenido en sus manos libros, instructivos o manuales de cómo llevar esa dieta. Existen muchos supuestos estudios que respaldan tal o cual mecanismo para perder peso y Warner sin parecer demasiado técnico o pretencioso, se encarga de quitar todas esas capas y dejar esas supuestas teorías científicas como simples conjeturas. 

Es muy probable que tengas algún sobrepeso o que lo hayas tenido. También es probable que te hayas preocupado más de una vez en una dieta. Lo usual es que las personas busquen una dieta para perder peso y tratar de encajar con el estándar de belleza que nos venden los medios, personas esbeltas, tonificadas y bronceadas; pero también es posible que tu enfoque sea más por la salud, después de todo dieta no es solo peso, sino también hacer que nuestros órganos rindan de mejor manera, aumentar su vida útil por así decirlo. 
«Todos morimos algún día. Lo máximo a lo que podemos aspirar es a un poco de paz y dignidad en nuestras horas finales.»
El libro tiene un subtítulo: La mala ciencia. Toda la verdad sobre las dietas milagrosas y el culto a la comida saludable.  Y está dividido en cinco partes. La primera, Curso básico de pseudociencia: en esta sección Warner nos explica que es una pseudociencia, como se manipula datos científicos y se mezclan con absurdos con el propósito de hacerlos pasar por verdad; la segunda parte, Cuando la ciencia se descarrila: en ella se nos da una explicación de la mala interpretación de los datos científicos o la acomodación de estos a conveniencia, nos explica que muchos estudios no han tenido el control y rigor científico para replicar resultados; la tercera parte, El origen del brote: trata a las dietas como un tipo de epidemia, un brote de virus o bacteria mental, que trae consecuencias negativas para la salud, nos explica el origen de todos esos mitos, por qué comenzaron e incluso como la charlatanería encontró un nuevo mercado; la cuarta parte, Corazón oscuro: la estadística puede ser un arma que obra en contra de los que no la entienden y algunas personas, como típicos fascistas, buscan imponer sus preferencias alimentarias porque según ellos, son las mejores; y la quinta parte, El contraataque, donde Anthony Warner nos brinda sus recomendaciones, métodos que funcionan, pero que no los llamaría dieta, sino un balance de nutrientes, porque el cuerpo sano no requiere mucho de algo, sino un poco de todo.
«Hoy todavía tenemos tendencia a confundir correlación con causalidad y a no ver los posibles factores de confusión cuando un relato se adecúa a nuestra visión del mundo.»
Es un libro muy entretenido con gran valor. Anthony Warner tiene un talento para comunicar sus ideas. Lo hace con humor y un vocabulario bastante coloquial, accesible para todos. Parece estar enojado todo el tiempo, pero es porque existen puntos donde él evidencia que nos están tratando de tomar el pelo o jugar con nuestras emociones. Los timadores han existido siempre y no hay límites en la implementación de sus tretas. Las dietas son un filón de oro que muchos han descubierto. Si uno sigue una dieta y paga, es un problema de uno y de su bolsillo, el problema es cuando se generaliza y esto trae consecuencias para la salud o una disminución de la calidad de vida de las personas. 

Compré este libro porque estaba en una etapa donde tenía intolerancia al gluten y debía evitarlo. Warner nos explica que, en efecto, hay muchas personas que tienen condiciones que no les permiten comer tal o cual alimento, pero que de ninguna manera significa que ese alimento sea perjudicial para la salud de las demás personas. Las limitaciones de un grupo de individuos no deben jamás generalizarse para el resto de la población. Tampoco imponerse. Hay celiacos y ellos deben tener una dieta muy estricta y especial por su condición, pero alguien que no es celiaco que voluntariamente se prive del gluten es simplemente, según palabras de Warner, un estúpido o un ignorante.
«Que una opinión sea generalizada no prueba en absoluto que no sea absurda. Por el contrario, dada la estupidez de la mayor parte de la humanidad, las creencias más extendidas tienen más posibilidades de ser paparruchas.» Bertrand Russell
Warner cita en varias ocasiones a Bertrand Russell, quien era un filósofo, matemático y escritor, ganador del Premio Nobel de Literatura, aunque su obra literaria no es tan relevante como su aportación a las ciencias abstractas y a la filosofía. Sus obras son apelaciones al pensamiento analítico y crítico.
«Los idiotas y los fanáticos siempre están seguros de ellos mismos; en cambio los sabios dudan.» Bertrand Russell

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